Capítulo 03 | Soñar

13 0 0
                                    

Capítulo 03 | Soñar.

Ayra.

-¡Santa ciencia!, lo lamento. - Acabo de golpear a un chico con la puerta de mi casillero con todas mis fuerzas.

-¿Estás bien? - Me arrodillé a su altura observando como no podía colocar bien su cabeza en alto.

Hasta ahora sabía que era castaño, pero no soy capaz de reconocerlo porque su cabeza no se queda quieta. Me imagino que está intentando poner todos sus pensamientos en claro.

«¿Y sí el golpe lo hizo perder la memoria?»

-Oye, ¿te pegué duro? - Él no responde y comienzo a asustarme.

«¿Qué hago? Soy demasiado joven para ir a prisión por intento de homicidio.»

Llevo mi mano derecha a mi boca mordiendo mis uñas preocupadas. -Vamos, no soy tan fuerte para noquear a alguien. Una de dos, o tú no haces deportes o los escalones sirven. - Sigo sin obtener una respuesta de su parte y comienzo a sentirme impaciente.

-¡Hey! - Él brinca debido a mi grito.

-Ahhh - Solo un quejido sale de su boca, pero es suficiente para que decida ayudarlo a ponerse de pie y recargarlo en los casilleros.

-Te pegué con la puerta de mi casillero ¡fue un accidente!, te lo juro. - Él lleva una de sus manos a la frente, enseguida me doy cuenta de que comienza a enrojecerse esa zona.

-Aish, ¿te duele? - Presiono esa parte y él se queda inmóvil cuando mis manos intentan calmar el dolor en su frente.

Al fin decide alzar la mirada encontrándome con que posee un par de azulados ojos, los abre mucho más al analizar mi rostro.

«¿Me habrá reconocido?»

Un segundo, creo que he visto este rostro en algún otro lado.

-¿Quieres que? - Me aclaro la garganta incómoda por tener sus ojos observándome directamente, al percatarse de mi incomodidad decide retirar sus ojos de los míos. -¿Quieres que te lleve a la enfermería?

-No, no te preocupes, creo que ya me siento mejor. - Saca su voz de donde sea que estaba escondida.

«¡Bingo!»

Es el chico que estaba discutiendo con su novia la otra vez, bueno, para ser precisos no se notaba que él estuviera discutiendo con ella, más bien parecía que ella gritaba y él trataba de calmarla.

Doy unos pasos hacia atrás sonriéndole. -Oye, en verdad lo lamento, no te vi, apareciste de la nada. - Él solamente asiente.

-Sí, fue mi culpa, me distraje por unos minutos.

El timbre suena haciendo que los dos demos un pequeño respingo.

-Bueno Debo irme. Si te llega a doler más ve a la enfermería, ¿De acuerdo? No quiero que te se te llegue a hinchar más. - Sugiero observando culpable la hinchazón en su frente.

-Sí, no te preocupes, si me duele más iré a la enfermería.

-De acuerdo. Muy bien, ahora me voy. ¿Puedes llegar solo a tu salón? - Él asiente.

Me despido de él comenzando mi camino hacia mi salón.

-¡Carlos!, por fin te encuentro. - Volteo por un momento para ver que un chico rubio se acerca al castaño que casi mato. -¿Te encuentras bien?

-Sí, ¿por qué lo preguntas?

-Tienes roja la frente y una pequeña cortada. - El rubio señala la parte donde el otro tiene la herida.

Novia falsa [F. #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora