Historias de un amor ©

24- Golpes School

-¡¿Qué carajos pasa aquí?!- veo como llega mientras yo estoy tirada en el suelo después de haber recibido mil golpes de sus amigas, sí, esas que creen que de esa manera serán más hermosas.

-La chica lo hace todo mal... se merecía una buena- le responde una mientras yo siento sangre chorrear de mi mejilla.

Yo creía que para estas alturas estos golpes solo los veía en las películas, que ya no existía un forma de los estudiantes de disciplinar a los mismos estudiantes.

Él las saco de allí con una furia que realmente hasta a mí me dió miedo, cuando ya estábamos solos me ayudó a levantarme del suelo.

-¡¿Es que no te sabes defender?!- ¿en serio ahora iba a regañarme?

-¿Yo contra seis?- digo con sarcasmo.

-No puedo protegerte a cada que te metas en problemas.

-No quiero que me protejas...

-No quieres pero lo necesitas- se acerca a mi- ¿ésta es tu manera de llamar mi atención?
Le doy la espalda porque no puedo creer que crea eso, es verdad que me encanta que sepa que existo, pero no que me vea en mi peor momento y siendo humillada.

-Pues que sepas que lo has logrado...- me giro para encontrarlo frente a mi- que sepas que no hay un día en que no quiera ver esa pinta de rara que tienes, esa manera de mirarme cuando crees que no te veo, ese cabello desordenado, esa forma de reír cuando vas a la biblioteca, esas miradas que hablan por si solas, esa soledad que tanto te gusta pero que deseas que solo yo irrumpa... que sepas que aunque no pueda protegerte a cada problema, es lo que más deseo hacer.

-¿Por qué no puedes hacerlo?- se ríe tristemente.

-Ey, espera, que solo me estoy declarando, no es momento para que sepas mi secreto más oscuro- eso me hizo prestarle más atencion- primero quiero asegurarme de que cuando lo sepas, no te alejes de mi.

-Si he logrado que me confieses todo lo que acabas de confesar, ¿crees que no sería capaz de permanecer a tu lado cuando sepa qué hay detrás de toda esa fachada de rebelde?. No me conoces en absoluto.

Se acerca un poco más pero aún manteniendo distancias.

-Pues me encantaría hacerlo- lo miro directo a los ojos y no le respondo porque se que sabe lo que creo.