33- Peep... parte 2

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Narra él:

-¿Y ahora que pasa?- le pregunto viéndola llorar en un lugar que de no haberla conocido perfectamente, diría que lo había elegido para que la viera y no porque era el único jodido lugar en el que se sentía a gusto, al igual que yo.


-Nada, solo...- intenta levantarse pero no lo logra, sus piernas no se lo permiten, así que me siento a su lado porque me apetecía hacerlo, sentirla cerca; ya lo necesitaba, de una manera extraña, necesitaba sentirla.

-¿Pasó algo en...- no me atrevo a mencionar el nombre del lugar en el que vive porque no sé si eso ahora le haría bien.

-No.

-¿Entonces?

-¿Es cierto que tú vas a irte con Kiara?

¡¿Quien carajos le había ido con el chisme?!

-¿Quien te contó eso?

-Te irás...- logra levantarse y comienza a caminar lejos de mi. ¿Se pensaba ir?

-¡Espera!- me levanto y la persigo. No quiero dejarla ir, no ahora cuando tenía que tenerla a mi lado.

Narra ella:

Siento como sus manos se cierran alrededor de mi cintura y pega mi espalda en su pecho.

-No te vayas, necesito hablarte- me dice al oído.

-¿Qué carajos quieres decirme ahora?- siento toda mi piel arder por su cercanía pero eso no me haría olvidar el hecho de que se iría.

-Me voy con Kiara solo por unos meses.

Me río irónica a la vez que me giro pero no me opongo a qué sus brazos sigan envolviendo mi cintura.

-Espero que les vaya muy bien.

-¿Es en serio?- dice con cierta incredulidad.

-Por supuesto- le digo mirándolo a los ojos, con rabia, demasiada rabia, pero no suficiente para querer que se apartara de mi.

-¿Puedo besarte?

Vuelvo a reírme porque es un imbécil y porque quizás me había puesto nerviosa.

Narra él:

Verla reír fue lo que me impulsó a no esperar su respuesta y acercarla a mi, quería devorarla con un beso, pero sabiendo que yo era el primero que lo hacía, me limitaba a solo acariciar sus labios con los míos.

Le sostuve la cintura con mi mano mientras que la otra recorría su espalda, su rostro, su cabello. Sentirla... eso me hacía querer vivir un poco más de lo que me parecía normal.

Se despega de mi y cuando siento que va a golpearme o quizás insultarme me toma de la mano y comienza a caminar hacia su casa, si es que puede llamarsele así a dónde vive.

Cuando entramos a su habitación vuelve a hablarme.

-No sé cómo se hace esto, ni siquiera sé si estoy lista o si tú quieres que pase, pero...- se da cuenta de lo que está diciendo y se calla, pero inmediatamente vuelve a hablar- pero la verdad es que quiero que pase.

-¡No quieres que pase nada. No hables idioteces!- hablo o tal vez grito sin respiración porque jamás me imaginé que esto era lo que quería hacer una vez que me trajera aquí.

-¡No sabes lo que quiero!. ¡No sabes nada de mi, y no vengas con esa jodida idea de que no quieres porque no te lo voy a creer!

-¿Por qué estás tan segura de que me gustas como para querer acostarme contigo?- una jugada demasiado baja de mi parte.

-No te gusto, eso lo sé- era una idiota. Sí, cierto, no me gustaba, solo me había calado la puta existencia- pero una persona como tú no es capaz de decirle que no a una chica ¿verdad?. Al fin y al cabo por eso decidiste irte con Kiara.

-Esto es diferente.

-No lo es.

-¿Que pasa contigo Beca?

Sus ojos se llenan de lágrimas y es a esa chica a la que quería ver.

-¿Por qué crees que eres una "cosa" para mí?- le digo.

-¿Acaso no lo soy?

-¡Por supuesto que no!- me molesto de tal manera que le grito, pero no se asusta.

Vuelve a retarme.

-Pruebalo.

Respiro y la vuelvo a mirar.

No aguanto más.

Tomo su cara entre mis manos y la beso con furia, no me importaba si era mucho para ella. Quería que desistiera de esa loca idea.

Se separa de mi al instante y sonrío creyendo haberla convencido.

-Sé delicado, recuerda que te prometí de pequeños que tú serías el primero.

No sé cómo aquellas palabras me resultaban tan extremadamente venenosas. No sé por qué no podía controlarme. No sé por qué rayos quería hacerla mía...

Vuelvo a besarla, está vez con demasiada delicadeza. Acariciándola como si pudiera romperse en cualquier momento.

Sus brazos se entrelazan en mi cuello y me pegan a ella.

Comienzo a levantar su blusa hasta dejarla en sujetador, tan delicada, tan sencilla, tan deliciosa.

Me dedico a mirarla y está completamente agitada.

-¿Puedo?- se refiere a quitarme la camisa.

Asiento y veo como se acerca muy lentamente.

Cuando posa sus dedos para comenzar con su trabajo siento una necesidad extrema de volver a besarla, de volver a abrazarla, de sentir esa piel haciendo contacto con la mía

No sé si lo hacía a propósito pero sus dedos me estaban provocando de una manera casi infantil.

Cuando terminó, me deshice de la camisa. Nos miramos unos segundos hasta que volvimos a besarnos.

Narra ella:

-¿Te sientes bien?- ¿que si me sentía bien?

Habia sido la cosa más espectacular que había hecho en mi vida. Me sentía tan divina que no podía explicarlo.
Haber sentido sus manos sobre mi piel, su propia piel sobre la mía, sus besos en gran parte de mi cuerpo, sus palabras. Estaba completamente segura de que había hecho lo correcto.

-Sí- solo respondo eso porque no olvido que se irá.

Estamos solo cubiertos por las sábanas. Aún es nuestro momento y siento que no debería arruinarlo con peleas, pero no podía.

-¿Estás segura?

-Si quieres preguntarme si me arrepiento, no, ha sido una experiencia extraordinaria como para estar de idiota arrepintiendome.

Lo oigo reír, pues me está abrazando por la espalda y no lo veo.

-Puedes irte cuando desees- le digo en tono duro.

-¿Qué?

-No tienes que quedarte más tiempo. No voy a morirme de dolores ni nada parecido.

-Beca, estás actuando como...

-Como una perra, lo sé. Ahora vete.

Se sienta en la cama y hago lo mismo para enfrentarlo.

-¿Y si no quiero hacerlo?

-No es como si pudieras elegir. Acaba de irte con Kiara y hazle compañía, siento que la necesita más que yo.

-¿Esto es en serio?

-Muy en serio o ¿es que acaso crees que hoy después de esto...- nos apunto a ambos, a lo que acaba de pasar- estoy para bromas?

¿Que si le dolía? ...se iría... ¡así que, no me importaba ni una jodida mierda!

Historias de un amor ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora