Ese momento, ese preciso momento en el que ambos olíamos a funeral pero aún así solo nos importaban las rosas que nos había obsequiado la vida y el orgullo de haber llegado hasta donde estábamos: sí, nuestro final o tal vez nuestro funeral.
Lo que sí sabía era que todo se estaba acabando o... ya se había acabado.
Estábamos destruidos, ya no nos quedaba más y aún así solo nos importaban los deslumbrantes colores de las flores, no nos importaba nada más y estábamos solo desprendiendo ese olor a podrido que solo tu y yo podíamos desprender. Y no, no era precisamente ese olor que dice que todo se acabó, sino un olor que dice que todo se vivió como se debía. Nosotros supimos aprovecharlo muy bien. Quizás en otra vida tú seas yo y yo sea tú, si, porque siento que nos conocemos tan profundamente que muy bien nos saldría pasarnos por el otro.
-¿Ya acabó?- me dices con esa sonrisa de que todo te da igual porque tienes la certeza al igual que yo de que nos volveremos a encontrar.
-Eso creo- me encojo de hombros y te miro, te miro con todos los órganos de mi ser porque aunque tengo la certeza de que nos volveremos a encontrar, también tengo el miedo de que no. Por eso quiero llevarme ese tú qué eres hoy para tal vez compararlo con el tú del mañana. Supongo que harás lo mismo con mis dos "yo", de eso estoy segura.
-Al menos podríamos besarnos antes de... ya sabes- se refería a desaparecer, ambos lo haríamos, eso era indiscutible.
-¿Un beso? sabes que cualquier contacto entre nosotros será imperceptible.
-¿Por qué? ¿por qué somos...- se mira y niega con la cabeza sin poder creerlo- ...fantasmas?- la palabra sale de sus labios con demasiada ironía.
-Lo sabes- yo también lo sabía y aún así quería un beso de despedida pero no tenía caso.
-¿Las palabras entonces funcionarán?- lo extrañaría, lo extrañaría un montón, un mundo, una galaxia, millones de tsunamis e infinitos Big Bangs.
-Supongo...- veo como su familia se acerca a su caja y se que la mía también se dirige a dónde parezco como dormida- pero no tenemos tiempo- él se percata de lo que me refiero y dice las palabras más raras pero a la vez más entendibles para este momento.
-Deseo que tú camino tenga toda la luz del mío y el mío toda la oscuridad del tuyo...- yo deseaba lo contrario pero ahora no nos serviría discutir por esto así que solo dije las dos palabras más profundas que jamás dije y que por supuesto jamás diré:
-Te extrañaré...
Vi su espectro desaparecer y supe que el mío también lo hacía, sin más confesiones, los dos desaparecimos de este mundo con nuestro auténtico y ahora verdadero olor a funeral.
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Historias de un amor ©
PoesíaYa otro escritor sin dudas ha empezado su libro con una palabra que me hubiese encantado a mi empezar al mío: "Bukowski" ¿Qué por qué? Bueno, en primer lugar porque Bukowski es un idolo de los escritores y segundo porque siento que este libro está e...