-¡Vale, jódete!- me grita como si nunca me hubiese dicho te quiero.
-¿Por qué...
-Porque te hago daño y porque eso es lo que te mereces por dejar la vida de diosa que tenías por estar conmigo- no respira mientras me habla, no muestra nada de piedad hacia mi y siento que cada palabra que me dice me hace ser un poco más invisible.
-Lo deje todo porque me prometiste algo mejor- cierro los ojos mientras recuerdo cómo en aquel día tormentoso me dijo todo lo que había estado guardando por tanto tiempo- me prometiste...
-Te prometí algo que no cumplí y a cambio me has dado todo lo mejor.
-¿Y crees que te di lo mejor porque quería o porque tu me inspiraste a hacerlo?
-Ahora eso ya no importa.
-Si que importa porque no tienes claras las cosas, tu me diste tu peor versión, lo sé y eso es lo que buscaba de ti, lo que nadie te conocía, la parte más fea de ti me la regalaste y no, no me arrepiento de haberlo soportado. Tu necesitabas sanarte y yo sé que te ayude en ello así que...
-¿Te gustó cuando te conté como sufrí cuando se murió Cristina?- ella fue su expareja antes de que yo llegara.
-¿Por qué no me dejas terminar de hablar?
-Responde.
-Si, porque a pesar de lo dolido que estabas me diste la oportunidad de permanecer ahi, a tu lado, pasase lo que fuera... no te guardaste nada de lo que sentías por ella, lo compartiste conmigo porque tenías la esperanza de que te ayudara, ¿lo hice?
-¿No te dolió cuando te dije no me importabas una mierda?
-No me dolió que me lo dijeras porque tus ojos me rogaban que creyera lo contrario, no me dolió que olvidaras que me encantaba que me abrazaras, porque sabías que por hacerlo podrías romperme, no me importo que me eligieras a mi para verte llorar, no me mató verte roto cada una de las noches, me encantaba permanecer a tu lado cada vez que algo así te pasaba, no me importó gritarle al mundo que tus problemas por muy oscuros que fueran, siempre serían mios también. No me importó nada de lo que hice por ti, nada me encantó más que permanecer a tu lado. Eso fue lo que quise desde un inicio. Y si nunca lo notaste, estar contigo en cada momento era como rodearme de constelaciones, de vida, de libertad, de amor, de esperanza. Tu lo eras todo para mí... tu lo eres...
-Sí- dice contundente y no lo entiendo.
-¿Que?
-Antes me preguntaste si me habías ayudado, mi respuesta es sí.
-Yo..
-No solo eso, tú... tú me mantuviste vivo todo este tiempo y ahora yo no soy capaz de hacer lo mismo por ti.
Lo miro intensamente.
-Si, si eres capaz de hacerlo, solo que temes a lo que has creído siempre: en volver a hacerlo mal. Te doy mi palabra de que no lo harás.
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Historias de un amor ©
PoésieYa otro escritor sin dudas ha empezado su libro con una palabra que me hubiese encantado a mi empezar al mío: "Bukowski" ¿Qué por qué? Bueno, en primer lugar porque Bukowski es un idolo de los escritores y segundo porque siento que este libro está e...