Oscuridad ~ Hoffman #4

EPILOGO

Tipo de Narrador : Tercera Persona

Cada acción tiene una reacción, una ley física que seguía con fuerza, Liselot había decidido no abortar, Aedus decidió no matar, un niño que creció con odio contra un mundo que tal vez también debió ser suyo

Y por eso las palabras dichas por su medio hermano, callaban hondo, aumentando el odio, cada acción tiene una reacción, por lo que el castaño apretó el gatillo, y el disparo resonó con fuerza en el lugar, un grito seguido de gente corriendo

El hombre al que habían disparado cayendo inconsciente con sangre brotando de su pecho, su esposa sosteniendolo, gritando

—Abre los ojos maldito holandés — gruñía mientras lloraba, Jenkin solatndo el arma viéndo la escena, lo que tanto había querido lo había logrado pero no sentía la satisfacción, no obtuvo la reacción que quería mientras Nathaly seguía gritando, golpeando el cuerpo que poco a poco se quedaba sin vida —  recuerda que no morirás hasta que no sea yo quien dispare la bala que lo haga

Pero el no reaccionaba, en una inconsciencia profunda, acercándose más a la muerte, mientras nadie reaccionaba, Jenkin mirando la escena de lejos, sin hacer más nada que observar

Él quería algo como eso aún cuando no lo reconocería nunca, él quería una familia, una real una que lo aceptará con sus demonios, mientras crecía en un mundo lleno de odio, creyendo que envidiaba el poder, los millones, pero no, envidiaba una familia, una que se preocupara por el

Más gritos, más personas intentando ayudar, Nathaly aún diciendo que despertara, aún a pesar de la conmoción necesitaban una reacción, y una rápida si querían salvar al Hoffman mayor, así que uno de ellos reacciono, viendo el auto que se acercaba y del que bajaba Charlotte

—Llevenlo al hospital, presionen la herida — murmuraba Aubrey — yo terminaré, esto aquí y ahora

Entre todos empezaban a movilizarse, mientras Aubrey avanzaba a paso decidido hasta detenerse frente a su tío, presionando el arma en su mano, conciente de que le quedaban solo algunas balas, tal vez tres a lo mucho, y sabía en qué se las gastaría

Jenkin merecía una muerte lenta, tan tortuosa y jodida, el se encargaría de ello, se había jurado ser su destrucción y lo lograría, un disparo a sus pies hizo que se detuviera, levanto la cabeza viendo a quien lo hacía, el viejo amigo de Jenkin, apuntaba, como advertencia

Cohen maldecía el sentimentalismo que siempre mantuvo su amigo y si quería salvarlo, debía arrancarlo de raíz, tal vez si mataba al sobrino que crió como hijo, podría hacerlo, casi no tenía balas, tal vez ya hasta se habrían acabado

Suspiro, saliendo de la vivienda, con el arma en alto, caminando hasta el pelinegro, justo cuando un arma le presionó la cabeza, el frío metal lo mantuvo quieto, viendo al frente como sonreía Aubrey que terminaba de acercarse a su tío

Jasmine, con las manos un poco temblantes, quito el seguro poniendo peor a su padre, tantos malos tratos y malas noches empezaban a alumbrar su cabeza, cada castigo, cada cicatriz que su cuerpo conservaba, cada cicatriz mental que rezagaba en su mente, más no apretó el gatillo y bajo el arma solo para dejarlo sobre su costilla y disparo

—Mereces más que una muerte rápido, maldito — gruño con asco, presionando le la herida intentado disparar de nuevo pero el arma quedó sin balas — y me aseguraré de ello, papá — remarcó la sílaba, haciendo una seña para que se lo llevarán mientras Aubrey, descargaba su frustración con golpes