Oscuridad ~ Hoffman #4

CAPITULO 19

Jasmine

El cielo se ve despejado, o eso creo, parpadeo varias veces, y veo el atardecer claro que se ve através de la ventana, siento que es un milagro que no esté lloviendo, giro la cabeza y vómito todo a un lado de la cama, vuelvo a parpadear mirando a mi alrededor

La puerta es abierta cuando reconozco el lugar, Cohen me observa, trago en seco sentándome en la cama y observándolo con los mismos ojos que me heredó, su azul está furioso, pero no dice nada y hombres con batas blancas entran y decocentan el catéter de mi brazo

Observo el suero que me quitan luego mi brazo con todos los pinchazos que me hicieron y toda la sangre que me sacaron, gruño viendo las marcas, mi piel es delicada, y esas marcas se demorarán en irse

—Se que hiciste algo — gruñe en inglés, pero me mantengo impasible, aun cuando creo que puede ver a través de mi, no dice nada, yo tampoco y espero que se vaya

Y como no lo hace me levanto de la cama y busco el baño, vuelvo a vomitar y me quito la ropa entrando a la ducha, veo mi reflejo en el cristal difuminado, solo una sombra de lo que soy, me pongo de lado dejando que el abdomen que recién creció se note, es una pequeña elevación y trago rogando para que sigan sin notarla

Me baño rápido y salgo vistiendo me dé igual forma, aprovechando que Cohen ya no está con sus ojos de halcón sobre mi, me pongo la faja que me aprieta el abdomen y salgo, miro el rostro de Darío y aun con la preocupación que siento, sonrió viendo como me baja la vista cuando paso por su lado

»—¿A donde vas? — pregunta Cohen cuando estoy en la puerta, sin contestarle cierro la puerta detrás de mí y subo al auto que está registrado como mío, veo por la ventana cuando giro la llave, viendo como Cohen me mira

Siento que lo sabe, y por eso debo solucionarlo, piso el acelerador llegando rápido al pentahouse que se asoma sobre el este del puente principal de Manchester, entró al garaje subterráneo estacionando al lado del audi de Aubrey, bajo rápido, siento que no puedo respirar y el vómito se eleva sobre mi garganta

Según Penélope tengo casi 4 semanas de embarazo, y en el primer trimestre las náuseas son más comunes, por lo que llevo varios días vomitando, presionó el código mientras me sostengo de las paredes de espejo, contando hasta mil para que el vomitó no salga, por fin las puertas se abren

Y encuentro el primer cesto de basura para dejar mi estómago en el, el abdomen me aprieta mientras sollozo dejando que el sabor agrio de mi estómago termine en el cesto de basura

—Acaban de asear el penthouse — gruñe una voz a mis espaldas y no levanto la cabeza, solo una mano sacando el dedo medio, para luego escuchar su risita burlona, terminó de vomitar levantando por fin la cabeza viendo sus ojos avellana, hace una mueca sacando un pañuelo que me extiende

El olor de su perfume entra por mis fosas nasales y aún cuando creo que me va a poner a vomitar no sucede así que lo inhaló más fuerte, suspirando con los ojos cerrados

—Oh ya llegaste — murmura otra voz, aparto el pañuelo de mi nariz y abro los ojos viendo a Penélope, su cabello recogido en una coleta y sonríe afable, contestando su teléfono — toma esa pastilla que está sobre la isla de la cocina, pronto vendrá el doctor que hará el trabajo

Asiento, acercándome a la cocina y tomando lo que me dijo, trago en seco viendo la pastilla que es parecida a la que me tome antes de ingresar al salón donde estaba mi condena

Pero no paso nada, ya que las pruebas salieron negativas, todas ellas aun cuando hay algo creciendo dentro de mi, y aunque Penélope dice que es posible que sea de Aubrey, prefiero nunca saberlo

Así que avanzó a la habitación que prepararon especialmente para este momento, está todo perfectamente arreglado, Aubrey entra dejando un beso sobre mi cabeza, que me devuelve el alma que creía perdida, y más atrás Penélope

—¿Que me dieron? — pregunto refiriéndome a la píldora que he tomado ya dos veces, Penélope sonríe y Aubrey también

—No por nada los Hoffman son los dueños de Europa — expresa contenta como si hablara de algún dios — crean medicinas, armas, hace más de 5 años sacaron al mercado una droga para el bajo mundo que genera el efecto de un cuerpo sano, eso te dimos, en tu sangre no se muestra el embarazo y tampoco la droga, por lo que gracias a los Hoffman ahora eres mujer de Aubrey y no de Jenkin

Suspiro con una sonrisa, sintiendo que el vomitó se ha calmado y también como la puerta es abierta de nuevo y varias personas entran de nuevo, da órdenes, y me acuesto sobre la camilla, me conectan vías en las venas y también me colocan oxígeno y veo los ojos avellanas de Aubrey dándome el valor que me falta antes de quedar completamente a oscuras

🖤🖤🖤

Aún no dejo de asombrarme con el parecido que tienen, aun cuando muchas veces me han repetido que sin trillizos, son indenticos, miro a través del cristal y sonrió sabiendo que ya no hay nada dentro de mi, ya no hay algo que me agobia ni me permite repsirar

Miro de nuevo a los trillizos, uno que está a mi lado y los otros que bajan del auto donde están, gruño cuando unas manos me llevan hacia atrás y me apartan la vista de los hermanos, Defne no tiene su sonrisa manipuladora de siempre, pero si su actitud de perra

Melek la acompaña y entre las dos me quitan la ropa, gruño sin entender que sucede, pero me meten dentro de una bañera que me quema la piel, por el agua caliente que está tiene, vuelvo a gruñir con los moretones que empiezan a salir, Aubrey no dice nada, solo suspira y se marcha y gruño de nuevo recibiendo el agua que me cae desde arriba

Mi piel no tarda en ponerse roja, al igual que mi rostro de ira, Melek sonríe, y juro que quiero borrarle esa maldita sonrisa, siguen bañándome con sus aguas especiales mientras repiten un coro extraño y siento que tal vez me están haciendo brujería

—Eres la mujer de uno de los jefes, debes estar a la altura de el, así que nosotras vamos a prepararye para ello — gruño de nuevo con una vara que golpea mi piel, no es tan fuerte pero si me maltrata, mientras repiten lo que acaban de decir, Aubrey ya se marchó y dudo mucho que me defienda se todo lo que estás malsitas planean hacerme, así que solo soy yo contra ellas

Pero es lo que me tocó asumir cuando acepte ser su mujer, por lo que mantengo la cabeza en alto mientras ellas siguen con su vena de perras que no hacen más que dañarme como método de enseñanza