Los años transcurrían, la relación entre Shadoune y Spreen se había mantenido bastante bien, claro que tuvieron roces y algunos disgustos que lograron solucionar conversando.
El híbrido osezno necesitaba y quería darle algo nuevo a su vida, sentía que ya tenía la suficiente estabilidad con su pareja como para plantearle algo nuevo, algo que posiblemente cambiaría sus vidas.
“ Expandir la familia. ”
Ambos estaban en plena cena, el híbrido de oso se encontraba algo inquieto pero no iba a quedarse callado, no volvería a cometer esos errores de quedarse en silencio y nunca hablar.
— Eu, francés… — Lo llamó, buscando la atención del mismo, el osezno usaba de manera muy inusual apodos amorosos con su pareja.
— ¿Sí? — Contestó luego de tragar el bocado de comida que tenía, centrando su atención en el osezno. — ¿Pasa algo? —
— ¿A vos te gustaría tener cachorros? Estuve hablando con Roier de ese tema y no sé, me dió curiosidad saber que pensabas… — Mintió, no se atrevió a decirle directamente a su pareja “Quiero que tengamos cachorros.” porque sería un mensaje demasiado directo.
— Siendo sincero, la idea de no me desagrada, al contrario me gustaría tener alguno… ¿Por qué hablabas de tener cachorros con Roier? — Un intenso aroma invadió las fosas nasales del omega, su pareja podía llegar a ser bastante celoso cuando se lo proponía pero en esta ocasión no lo juzgaba.
— … Tal vez yo en realidad nunca lo hablé con Roier. — Susurró apenado, metiéndose un bocado de comida en la boca para evitar seguir hablando. Sus orejas estaban bajas y eso lo delataba frente al ente que ya conocía ese lenguaje corporal.
— Hay algo que no me estás diciendo. Spreen, soy tu esposo, te conozco. — Lo regañó con la mirada, el osezno se negó a mirarlo a los ojos pero no pudo resistirse mucho al sentir la mirada del otro tan presente sobre él.
— Quiero cachorros… Quería saber tu opinión al respecto, no puedo simplemente tener cachorros sin que estés de acuerdo, eso es todo. — Finalmente confesó todo, negándose a seguir intentando ocultar lo obvio.
— ¿Estás muy seguro? Nos va a cambiar mucho la vida tener un cachorro… — El osezno dejó de lado el plato, su apetito fue cerrado de golpe; se sentía inquieto, ansioso de por más. El ente se levantó de donde se encontraba, acercándose a su pareja para cargarlo y llevárselo a la habitación.
— Quiero tener hijos, la idea de tener crías me hace demasiado felíz… — Ocultó su rostro en el pecho del otro, olfateando buscando calmarse un poco. Una zona segura para él, un lugar donde nada nunca le pasaría.
El alfa se mostraba algo inseguro, le gustaría tener crías pero temía que sea un capricho de su pareja y que luego esté arrepentido. Acarició con suavidad el cabello del más bajo, jugando a la vez con el mismo.
— ¿No te arrepentirás? ¿Estás muy seguro? — El osezno lo miró, hicieron contacto visual pero ningúna palabra salía de ambos, el omega se limitó a asentir con la cabeza, desviando la mirada.
— Mi siguiente celo es un mes, en todo caso te diré que opinó hasta entonces… ¿Te parece mejor así? — Ofreció, desviando la mirada, se oía algo desanimado. Estaba genuinamente emocionado con la idea de tener crías, la respuesta de su pareja no se la esperaba pero sabía que podía llegar a tener la razón.
Shadoune olfateo un sutil aroma a tristeza, esa noche posiblemente se encargaría de llenar de palabras bonitas a su pareja hasta animarlo.
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Pasivo agresivo. - Shadreen
FanfictionAu | Un mundo como cualquier otro, la codicia y malicia de los seres que lo habitaban provocó un desastre enorme, un castigo divino a todos, incluso a los inocentes. Todos tienen un nuevo objetivo, llegar a la tan aclamada "Tierra prometida". Adv...