۫ ּ ֗ ִ ۪ 003 ˑ ִ ֗ ִ ۫

2.9K 261 177
                                    

˖ ࣪ . VÍNCULOS ROTOS PT1࿐  ˚ .

"La distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"La distinción entre el pasado, el presente y el futuro es solo una ilusión obstinadamente persistente"

La luna recorrió el planeta entero ciento de veces llevándose a cabo y a rastras los años consigo encima. Los años habían pasado volando.
Creciendo en cuerpo y espíritu tanto como en relaciones ajenas con terceros, con la madurez llegando más rápido de lo que habría querido y dejando que la misma la llevase a la pequeña exclusión con el resto de la aldea.

Una buena aprendiz de Tsahik no debia distraerse.

La calidez de sus hermanos poco a poco iba pasando a segundo término pero no en su totalidad, aún podía disfrutar de lo poco que iba quedando de aquellos inocentes y dulces pensamientos que rondaban en sus cabezas al acercarse a ella.
Incluso, un nuevo compromiso llegaba a su ser no siendo forzado sino todo lo contrario, tan de acuerdo y emocionada por el mismo. Lo amaba y esperaba el Tsaheylu con ansias. Su corazón latía cada que pensaba en ello o pensaba en él, su corazón latía cada que lo tenía cerca.

Las obligaciones como prometidos y las que tenía como aprendiz la sofocaban pero no llegaban a devastarla, solo sintió el cansancio correr su cuerpo al pensar en los frutos de aquel esfuerzo. Le tenía tanta esperanza a aquel compromiso. Le tenía confianza plena a Loang'ok.

—¡Eanatan!

El grito a sus espaldas la sacó de aquel trance; la voz que tanto le gustaba escucha venía de atrás, dueño de la persona que tanto llegaba a amar antes de su mayoría de edad.
Sonriendo giró su cuerpo. Una sonrisa tan pura que desbordaba e irradiaba felicidad y amor, sus ojos brillaban de manera especial como si de dos perlas celestes blanquecinas se tratasen; simplemente hermosa, y Loang'ok lo sabía.

—¡Loang'ok! —respondió Eanatan con dulzura al acercarse a su prometido.

—Preciosa, nuestros padres nos están buscando, tenemos que ir al Marui.

Ensimismada solamente asintió al sentir la ligera fuerza en su mano, llevándola con él al pueblo como decían.

"Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo"

Sus ojos deleitaban y contorneaban la silueta del joven, había cambiado muchísimo al igual que ella; era más alto, su cuerpo se volvió más robusto, su cabello más largo y los tatuajes en su pecho lo hacían reconocerse por ser uno de los guerreros jóvenes más destacado del Clan.
Con apenas 16 años sus padres habían acordado aquel compromiso al cual no se opusieron; la hija de los líderes del Clan y el hijo del mejor guerrero, era algo conveniente y a su vez, algo que no le molestaba a los más jóvenes. Haber acordado que cuando su mayoría de edad estuviera a un año comenzarían con la ceremonia y el vínculo para que a la edad adecuada pudieran coincidir y explorar los puestos de Tsahik y Olo'eyktan, para dirigir al Clan. Y ya tenían 17 casi próximos a la mayoría de edad.

𝐄𝐀𝐍𝐀𝐓𝐀𝐍 | 𝖭𝖾𝗍𝖾𝗒𝖺𝗆 𝖲𝗎𝗅𝗅𝗒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora