Capítulo 10

190 29 7
                                    

Capítulo X

Luego de dejar a Max en su casa, Zee condujo de regreso a su hogar para buscar algunas cosas y partir rumbo a Chiang Mai. Su alfa rugía furioso en su interior y clamaba por venganza contra el idiota que había lastimado a su omega, pero en esos momentos debía ser paciente y esperar hasta tener a Nunew de nuevo a su lado. 

Sin darse cuenta, ya se encontraba en el estacionamiento de su edificio, por lo que tomó sus cosas y bajó del auto en dirección al ascensor.

Mientras esperaba paciente a que la máquina se detuviera en su piso, un recuerdo de lo sucedido en la mañana llegó a su mente.

Papa Zee, Nuh me dejó una carta

Si Nunew había dejado una carta para sus padres y para Nat ¿Habrá dejado alguna carta para él?.

En ese momento recordó la pila de correo que dejó sin leer antes de salir. Por lo que, apenas se abrieron las puertas del ascensor, salió disparado hacia su departamento. Entró y rápidamente tomó la pila de cartas para buscar alguna fuera de lo normal.

Al final de la pila, encontró lo que buscaba. Un sobre celeste que exhibía su nombre con una pulcra caligrafía.

Tenía miedo, para ser sincero, tenía mucho miedo de lo que esa carta pudiera decir, porque no estaba preparado para que rompieran su corazón sin siquiera haber podido intentar algo con el menor.

Tomando una respiración profunda, se acercó al sillón y abrió la carta para leerla.

Zee:

Para cuando leas esto, yo me encontraré muy lejos de Bangkok. Sé que vas a estar molesto por mi huida y entiendo perfectamente si no quieres saber nada de mí, pero no quiero que pienses que esto lo hice por capricho.

¿Sabes? Siempre he sido un chico tímido, con problemas para comunicarse. No soy bueno conociendo gente y tampoco haciendo amigos, pero cuando logro integrarme en un lugar, siento que poco a poco voy avanzando y me voy convirtiendo en una mejor versión de mi.

Cuando te conté la historia de mi secuestro, omití una parte importante porque aún no soy capaz de decirlo en voz alta. Incluso ahora, que estoy escribiendo esta carta para ti, tengo miedo de que después de saber todo lo que pasó, sientas asco y odio hacia mi.

Esos días, mientras estuve cautivo, viví en lo más profundo del infierno. Conocí la peor versión del ser humano y la maldad que pueden guardar en sus corazones.

Durante esos días pasé hambre, frío y sentí dolor, mucho dolor. No sólo físico, también emocional. Me violó, una y otra vez sin que pudiera hacer nada para defenderme.

Incluso ahora, que ha pasado tiempo desde lo ocurrido, me sigo preguntando qué fue lo que hice para merecer un castigo así. A pesar de la terapia, a pesar de todo el apoyo de mi familia, aún tengo pesadillas de lo ocurrido. No lo he podido superar.

Cuando ingresé a Domund, mi único anhelo era poder verte de cerca. Has sido mi ídolo durante mucho tiempo, y jamás pensé que tendría la oportunidad de estar tan cerca y conocer al verdadero Zee.

Ese Zee que adora el sonido de la lluvia. Ese Zee que ama con su corazón a su familia y mascotas. El mismo que llora viendo las escenas tristes de las películas, el mismo que baila cuando algo le resulta al primer intento. Ese Zee humilde, y lleno de bondad. Ese Zee, del que me enamoré perdidamente y por el que daría mi vida para proteger su sonrisa.

Probablemente después de leer lo que te confesé sobre mi pasado, sientas asco de mi. Sé muy bien que no soy digno de tu amor, que soy mercancía dañada, pero quería que supieras todo, antes de desaparecer.

Un nuevo comienzoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora