XXIII

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Emma

Durante los siguientes días evitaba encontrarme a Chris, pero fue inevitable cuando tuve el taller de redacción. Tenía que ser sincera y decirle la verdad sobre lo que sentía por él, no podía estar jugando con sus sentimientos, aunque no había nada serio con Adam, y con Chris nuca estuve en una relación formal, tenía que terminar con ello.

—Hola —dijo Chris sacándome de mis pensamientos.

Él se acercó a mi para besarme en los labios, pero me moví para que no sucediera y solo me beso en la mejilla, vi como frunció el entrecejo.

—Hola —dije en voz baja, Chris se sentó a un lado de mí, pero todavía se le notaba que estaba sorprendido por mi reacción—. Te tengo que decir algo.

—Bien —se limitó en decir.

La clase comenzó, intenté de prestar atención, pero me fue imposible, tenía nervios por cómo iba a reaccionar Chris sobre lo que le iba a decir. Cuando se terminó la clase nos dirigimos hacia la cafetería, como lo hacíamos en los últimos días, pero en esta ocasión Chris se desvió dirigiéndose hacia unas mesas desocupadas.

—Creo que lo último que quieres hacer es comer —dijo Chris al sentarse.

Él ya sospechaba lo que le estaba por decir, pero eso no hizo que se me quitaran los nervios. Me senté enfrente de él, me mordía el labio inferior por los nervios.

—Di lo que tienes que decirme —dijo al soltar un suspiro.

—Creo que ya sabes lo que diré —dije sin mirarlo a los ojos.

—Sí, pero necesito escucharlo de tus boca.

Me quede callada por un momento, hasta que tuve valor y lo mire a los ojos.

—Lo siento, pero no siento lo mismo que tú, solo te veo como un amigo, lo que paso entre nosotros no fue con la intención de jugar o burlarme de ti, sé que no tuvo que pasar —dije.

—¿Te arrepientes de lo que paso entre nosotros?

—No.

—Gracias por decirlo —comento con una triste sonrisa.

—No pienses que eres alguien desagradable, al contrario, eres una de las mejores personas que he conocido, solo que...

—Hay alguien más —Chris me interrumpió.

—Sí —murmuré bajando la mirada.

—Está bien, no te puedo obligar a que estes en una relación si no lo deseas, solo quiero que confirmes mis sospechas.

—¿Cuáles sospechas? —alce la mirada frunciendo le ceño.

—Ese alguien es Adam, ¿Verdad?

—Sí.

—Emma —lo volteé a ver—, estas en todo tu derecho salir con quien quieras, pero te voy a decir algo importante. Te mereces a alguien mejor, y no lo estoy diciendo que yo sea esa persona, hasta creo que te mereces a alguien mucho mejor que yo y Adam es la persona menos indicada para ello, solo toma en cuenta mi sugerencia.

Asentí con la cabeza, aunque todos me decían que me alejara de Adam, había algo en él que me atraía demasiado, pero no entendía de que se trataba.

—Me tengo que ir, nos vemos para la próxima semana —dijo Chris al ponerse de pie—. Sabes que por cualquier cosa estoy para ti, si necesitas hablar, salir a comer o hasta mover un mueble puedes llamarme, adiós.

Me despedí de él y vi cómo se alejó, aunque lo tomo bastante bien, sentía un nudo en la garganta, sabía que a partir de ese momento no íbamos a tener la misma relación de amigos.

Me quede sentada en la mesa, hasta que Sophie se sentó delante de mí.

—¿Qué tienes? —Preguntó, así que la volteé a ver.

—Le acabo de decir la verdad a Chris —contesté, intentado que el nudo de mi garganta se deshiciera.

—¿Cómo lo tomo?

—Él me dijo que lo entendía, pero pude ver en sus ojos todo lo contrario, dudo mucho que volvamos a tener una relación de amigos.

—Tal vez va a ser difícil al principio, tienes que tener en cuenta que para él va a ser complicado, hasta es posible que se aleje un poco de ti, pero creo que con él tiempo va a intentar hacerse amigos.

—Eso espero —dije, soltando un suspiro.

Esperaba que la amistad que tenía con Chris no cambiara, pero sabía que eso iba a ser muy complicado, Chris era un buen amigo, además de una excelente persona. Al escuchar sonar mi celular hace que me saque de mis pensamientos, al ver de quien se trataba sentí lo que muchos dicen "mariposas en el estómago".

—Hola —dije al contestar.

—Chica Karateca —dijo Adam, sonreí inconscientemente—, ¿Estas en la universidad?

—Sí, ¿Por qué?

—Vine a entregar algunas cosas, y quiero invitarte a comer. Bueno si quieres y no estas ocupada.

—Claro, ¿Te encuentras en la entrada? —Adam me contestó vcon un sí, me despedí de él antes de colgar la llamada—. Me tengo que ir, Adam me ha invitado a comer —dije al ponerme de pie.

—Te acompaño hasta la salida, me tengo que ir—dijo Sophie, también al ponerse de pie—. ¿Te mando mensaje Liam?

—¿Sobre su cumpleaños? —Mi amiga asintió con la cabeza.

—¿Vas a ir?

—Creo que sí, también invito a Rick.

—Bien, necesito que me ayudes a encontrarle algún regalo, porque no tengo idea de que le pueda regalar.

—Claro, así también busco que comprar.

Caminamos hasta llegar a la salida, mi corazón se aceleró cuando vi a Adam recargado en su motocicleta, tenía puesto unos lentes de sol, lo cual le quedaba bien. Me acerque a él con una sonrisa.

—Me voy —dijo Sophie a despedirse se mi con un abrazo—. Me la cuidas —eso se lo dijo a Adam.

—Claro que sí —contesto él con una sonrisa.

—Te mando mensaje para ponernos de acuerdo —Sophie también se despidió de Adam.

Me volteé a vera Adam, quien me dio beso.

—¿De qué van a poner de acuerdo? —Me preguntó cuando se despegó de mí.

—Sobre que regalarle a Liam por su cumpleaños —contesté.

—Es cierto el sábado es su cumpleaños —dijo más para él que para mí—, te apuesto que amara le encantará si le regalas algo relacionado con Marvel.

—Lo he notado bastante.

—¿Lista? —Preguntó Adam al pasarme un casco.

—Sí, pero ¿a dónde vamos?

—A un lugar que sé que te encantara.

TRES MESESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora