En el Balcón de mi habitación (El Príncipe Y La Plebeya)

Una Noche Catastrófica

CAPITULO V "Una Noche Catastrófica"

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.Perspectiva del narrador.

La noche era gélida, caían pequeñas gotas de agua, y la luna resaltaba mas que nunca.

En los aposentos de los príncipes, se encontraba Dilberhan, junto con otras sirvientas. Adrik no paraba de llorar.- Quiero a mi madre!, porfavor, no dormiré si ella no esta.

.- Mi señora, que haremos? Nuestra reina debe estar descansando, y no creo que ella pueda aceptar ninguna invitación, recuerde que pronto tendrémos a un nuevo príncipe -Dice la última con alegría.

.- Yo me encargo, tu pronto ve a traer un libro, con un poco de frutas

.- Sí mi señora

.- Tía Dilberhan, quiero a mi madre, quiero verla antes de dormír, ella es la única que me puede hacerme dormír, últimamente no la veo muy frecuente y he tenído pesadillas, hoy seguro volveré a tener, el clima no es favorable.

.- Ay mi pequeño Adrik, por qué creces tan rápido?

.- Solo quiero a mi mamá tía

.- Ya no eres el niño grande que protege a todos?

.- Sí claro que lo soy!

.- Entonces si lo eres, entenderas que tu madre está agotada, porque en su vientre carga a tu futuro hermano, y sabes que ella debe descansar

.- Qué tiene que ver eso con que yo protego a todos?

.- Debes protegerla a ella, y es dejandola descansar

.- Para protegerla debo estar cerca de ella, y ahora mismo, estoy dos pisos sobre ella.

.- Proteger a una persona no es siempre estar cerca de ella, en ocaciónes es dejar que esa persona descanse y así la protegerías de lejos

.- Puedo proteger a mi mamá desde aquí?

.- Claro que sí, llevala en tus oraciones siempre

.- Y puedo hacerlo ahora mismo?

.- Claro que puedes, puedes orar donde sea y cuando sea, siempre y cuando ores de verdad y de corazón

.- Bien! Me arrodillo, junto mis manitas, cierro los ojitos y oro: Señor Dios, como estás?...

Dilberhan lo mira un segundo, pensando por qué había dejado de hablar

.- Tía, por qué el no me responde?

.- Hahaha, si te responde, solo debes abrir tu corazón al orar, nuestro Señor responde a su manera y a su tiempo, no es que no te escuche.

.- De acuerdo, Pero como abriré mi corazón, si está dentro de mí, moriré si lo hago.

.- No es Tu corazón que bombea sangre, es solo dentro de tu ser, tus pensamientos, tu sinceridad al hablar con el Señor, tu fe.

.- Bien... Señor Dios como estás?... eh- solo quiero que, mi mama esté bien. Quiero que la protejas, porque aunque tía Dilberhan diga que puedo desde aquí, siento que me es difícil, no la veo, ni la escucho, pero tu si, cuidamela, y quedate con ella siempre.. gracias Señor Dios. Amén.

Mientras estan hablando, llega la sirvienta con las frutas y el libro: .- Aquí está lo que usted pidió señora-El príncipe se para para luego sentarse en su cama.

- Bien puedes dejarlos aquí y retirarte, ya has trabajado suficiente, ve a descansar...

HORAS DESPÚES...