profesor lunatico

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"No veo el punto, no puedo hacer los hechizos sin mi varita", se quejó Sirius.

“Remus te está haciendo un gran favor al enseñarte durante tu suspensión”, dijo Andy, “Sé agradecido”.

“Old Moony es simplemente deprimente”, continuó Sirius, “se pone triste cada vez que Dora pasa. Solo necesita invitar al pájaro a salir”.

"Algunos magos tienen más cosas en mente que perseguir faldas".

"Pero ella claramente lo adora y claramente le gusta ella, simplemente no entiendo por qué no se sube a eso".

“ Esa es mi hija y pensé que ya habíamos pasado hablando de ella y otras brujas con respeto”.

Sirius se estremeció. Si bien la tutoría de Andy dejó mucho que desear, sus castigos fueron más creativos de lo que se le había ocurrido a su madre.

"Lo siento, Andrómeda".

"Te disculparás con Nymphadora cuando la veas".

"Por favor, no me llames así", dijo Dora, tropezando a través de la puerta, "¿Por qué nos disculpamos?"

"Dí a entender que Old Moony necesita subirse a eso, y tú eras eso".

Su prima le guiñó un ojo y le sonrió a su madre, "Yo por uno y a favor de que Remus se suba a esto".

"No sé quién te crió, ciertamente no fui yo".

Sonó el timbre, eso significaba que Moony había llegado. Era el único que tocaba el timbre muggle. La mayoría de la gente vino a través de la red flu.

“Yo me encargo”, canturreó Dora y se apresuró hacia la puerta.

“¿Es porque es un hombre lobo? ¿Porque es viejo?

“Debido a que él no es lo suficientemente valiente”, admitió Andy, “Dora necesita un compañero que luche por ella”.

“Supongo que eso es justo. Pero a menos que haya cambiado mucho desde mi época, no hay mejor tipo que Remus. Inteligente, trabajadora y brillante con las bromas”.

“Sí, porque ese es el tipo de cónyuge que una madre quiere para su hijo, bromas . Te lo juro, Sirius, necesitas ordenar tus prioridades.

“Hablando de prioridades, hoy estamos trabajando en Historia de Magia y Encantamientos. El pequeño Lupin envió sus notas de clase, espero que las revises.

Sirius gimió. Normalmente, apreciaría las notas de Remus, porque era el más estudioso de los Merodeadores. Pero desde el incidente, las notas del hombre lobo incluían bromas en los márgenes que hicieron que Sirius se sintiera peor de lo que ya se sentía.

Mirando por encima de la pila de pergaminos, vio uno que dolía más que no tener su varita.

Lavender invitó a Ron al Samhain Ball. El dijo que sí.

Sirius asumió que Lavender estaba molesta con él por haber sido suspendido, posiblemente expulsado. Pero nunca pensó que ella se rebajaría a ir a un baile con Weasley .

“Ella no me esperó”.

"Las brujas tienden a hacer eso", dijo Dora, mirando deliberadamente al viejo Remus, "así que vale la pena trabajar por las buenas".

—Encantamientos, vámonos, Sirius —dijo Remus, guiando al mago más joven fuera de la cocina—, me alegro de verte, Dora.

“¿Sería mejor verme solo, en la noche, durante la cena, digamos el viernes?”

"Dora, ya hemos hablado de esto".

"Y él estará allí", dijo Sirius, "incluso si tengo que robarle la varita para que suceda".

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