¿Una poción de tiempo ?

confesiones de una bruja adolescente

La abundancia de rizos bloqueaba el tercio inferior del texto que intentaba leer. Severus tendría que esperar que no fuera en el examen de fin de trimestre porque no había manera de que se moviera o insistiera en que Hermione se moviera de esta posición. Llegó al final de su página legible y besó la coronilla de su cabeza.

Hermione pasó la página con entusiasmo. Severus sabía que ella no era tanto una lectora como una inhaladora de conocimiento. En sus meses de estudio juntos, Severus había visto a Hermione leer una docena de libros en el tiempo que le tomaba a él leer uno. Había vuelto a leer los libros que necesitaba, tantas veces como fuera necesario. Por el contrario, se tomaría su tiempo para probar cada palabra y reflexionar sobre cómo se relaciona con las palabras detrás de ella. Leer la mayoría de los textos una sola vez. Regresaría a los libros que proporcionaran un valor adicional o fueran requeridos, como textos de pociones con fórmulas, medidas y tiempos demasiado críticos para confiar en la memoria.

"¿Alguna actualización de Potter?" preguntó Severus. Había escuchado muchos rumores susurrados en el dormitorio de los chicos de sexto año. Habían estado contactando a sus familias y recibiendo noticias. Para mantener la información fuera del alcance de los profesores, Draco actuaba como enlace entre Slytherin y Gryffindor.

“Aparte de pedirme que investigue”, levantó la esquina de la página para demostrar.

“¿Ya lo has leído? Ni siquiera he empezado.

“Bueno, si no fueras tan lento leyendo.”

“Si lees todas las palabras.”

Severus quería que esto fuera como cualquiera de sus otras disputas burlonas. Pero había un mordisco en el tono de Hermione que Severus rara vez, si es que alguna vez había estado en el lado receptor.

Se estiró y puso su marcador dentro de las páginas y lo cerró.

"Qué, Severus, tenemos que estudiar", se sentó y lo miró.

"Sí, porque lo más importante que está sucediendo en el mundo en este momento son nuestros exámenes de fin de trimestre", dijo arrastrando las palabras, "Ciertamente no un señor oscuro en ascenso, tonterías que viajan en el tiempo y profesores poco confiables".

Ella apartó la mirada de él y su corazón se estrujó: “Si he hecho algo que te ha enojado, buscaría reparar y suplicar perdón. Pero no puedo expiar lo que no sé que he cometido.

Ella ladró medio sollozo medio risa y se acurrucó contra él.

Severus preferiría enfrentarse a mil Sirius Black que a la sensación de impotencia que tenía con Hermione llorando en sus brazos.

Sin saber qué más hacer, la abrazó, sus dedos bailaron sobre su espalda en lo que esperaba que fuera un roce relajante. Ella tembló y él deseó ser más fuerte, más valiente, poder entrar en su mente y resolverlo. Pero él no le haría eso. Él no violaría su privacidad de esa manera. No importa cuánto lo deseara desesperadamente. Sería mucho más simple simplemente saber .

"Todo está tan desordenado", susurró, finalmente casi se calmó.

"Es."

“Esperaba pasar esta Navidad recuperando a mis padres”, dijo, “que Harry y Dumbledore hubieran descubierto cómo terminar la guerra antes de que comenzara. Y estoy tan enojado con ellos por fallar. Cada día que pasa es un día en que los falsos recuerdos entierran más adentro los verdaderos y no sé si podré recuperarlos”.

Ella se dejó caer, su cabeza acunada en su regazo. Instintivamente, comenzó a masajear su cuero cabelludo. Hermione pareció relajarse con los simples servicios, pero las lágrimas no cesaron.