La Profecía de la Constelación Corazón dice que Xie Lian y Jun Wu están destinados a enamorarse. El destino los reunirá en un puente, ¿pero logrará unirlos?
Presente: La Capital Celestial está vacía, ¿qué sucedió con los dioses?
Pasado: Xie Lian es...
Xie Lian era un joven príncipe, diestro en el cultivo, ostentaba una fuerza descomunal y nadie dudaba que su puesto en los Cielos estaba asegurado.
Su maestro solicitó su presencia en el Sagrado Pabellón Marcial en la montaña TaiCang, aunque esta vez era Xie Lian quien tenía muchas ganas de verlo. Bajo su manga derecha se asomaba una pulsera dorada en su muñeca.
—¿Emprenderás tu viaje?
Su mentor encendía un incienso en honor a la estatua de Jun Wu.
—Así es.
—¿Conoces los rumores? — se volvió hacia él.
—Estoy al tanto— Xie Lian endureció la mirada.
Por todos los reinos había diversos templos; sin embargo, uno era infaltable: El templo en honor a Jun Wu. Si bien se sabía que varias personas ascendían, cuando erigían sus templos y les oraban, sus peticiones no eran escuchadas, excepto cuando se le oraba a Jun Wu. Esto formuló teorías, las menos brillantes eran: "Jun Wu es tan poderoso que él solo puede responder a las plegarias de todos los reinos". Esto acrecentaba la admiración que ya se tenía por el dios; no obstante, había cultivadores que deducían cosas terribles: "En realidad el Cielo está vacío y Jun Wu lo gobierna. Él mata a los recién ascendidos, que después de haberse sobrepuesto a las Calamidades Celestiales, están débiles". Esto era desechado por las masas, concluían que sólo querían infundir miedo a sus creyentes debido a su arrasadora superioridad. Lo cierto era que algunos sí temían al dios emperador, en especial los candidatos a dioses y evitaban por todos los medios la ascensión; sin embargo, cuando tu destino era ser un dios, nadie podía revocar dicho destino.
Como la mayoría, Xie Lian admiraba a Jun Wu, era el ideal para cualquier aspirante a dios. Estaba convencido de que existía una explicación apropiada. El Guoshi de XianLe era discreto al respecto.
—¿Temes a tu destino?
Xie Lian calmó la marea en su interior y respondió:
—Deseo ascender para esclarecer este asunto.
—Tu ascensión se dará muy pronto.
—¿En serio? — se angustió un tanto.
—Tienes todo a tu favor, pronostico un viaje de provecho y no sólo eso, pronostico una vida larga para ti— se acercó a él con una sonrisa amplia.
Xie Lian se sonrió, bajó la mirada hacia su pulsera y la rozó con sus dedos. Una pulsera dorada con una laminilla del mismo material, incrustaciones de ágata formaban la constelación corazón y una piedra rojo intenso simbolizaba la Estrella de Radiante Desconcierto.
—...Hay una predicción que no he olvidado, y me gustaría volver a escucharla.
El Guoshi observó atento su comportamiento y adivinó:
