La Profecía de la Constelación Corazón dice que Xie Lian y Jun Wu están destinados a enamorarse. El destino los reunirá en un puente, ¿pero logrará unirlos?
Presente: La Capital Celestial está vacía, ¿qué sucedió con los dioses?
Pasado: Xie Lian es...
Siempre que Jun Wu llegaba al palacio, buscaba a Xie Lian, esta vez no fue diferente. Encontró a Xie Lian con los codos apoyados en un balcón, decaído y pensativo.
—Xie Lian.
Xie Lian dejó de lado su mal humor y fue inyectado de alegría, mientras iba al encuentro de Jun Wu, cayó el primer copo de nieve, el invierno había iniciado. Esta fue la primera vez que algo más, que no fuese Jun Wu, llamaba la atención de Xie Lian.
—¡¿Esa es la nieve?!
—Así es, será una noche muy fría— sacó la mano y varios copos se derritieron en su mano.
Xie Lian le imitó y quedó maravillado con esta magia.
—Vamos adentro, los músicos ya deben estar practicando.
Xie Lian le siguió de cerca, antes de llegar al salón de música, se detuvo. Jun Wu se detuvo también, curioso.
—¿Me dirás qué te ocurre?
—...Oí decir cosas sobre mí...Quieren que me vaya del palacio...
Un escalofrío se deslizó por toda la columna de Jun Wu. ¿Xie Lian?, ¿irse? ¡Jamás!
—¿Quién dijo eso?
—...Su pueblo. Piensan que soy un espía, o...
"Un caramelo nocturno".
Xie Lian sacudió la cabeza y le hizo una reverencia. Jun Wu se sorprendió.
—Sé que puedo estar ocasionándole problemas, pero yo no quiero irme; no sé de qué puedo servirle a alguien tan poderoso como usted, pero quiero quedarme a su lado, lo seguiré adonde sea que vaya...Aún no le he pagado todo lo que ha hecho por mí...Déjeme quedarme, por favor...
Unos brazos gentiles deshicieron su reverencia, cuando Xie Lian alzó la cabeza, se encontró con el rostro sereno de Jun Wu. Él tomó sus brazos y comenzó a mover a Xie Lian al ritmo de la música, él le siguió el ritmo y de pronto ya se encontraban bailando en armonía. Las penas de Xie Lian fueron drenadas y pequeños brotes de alegría afloraron por todo su cuerpo. Ambos se devoraron con la mirada, hacia el final ya ni siquiera bailaban y la distancia de sus cuerpos se acortó sin que ni uno se diera cuenta, así como no se dieron cuenta en qué momento se detuvieron. La música siguió sonando dentro de sus cabezas y por dentro su sangre permanecía bailando.
—No permitiré que te lleven de mi lado— dijo Jun Wu—. Yo te protegeré.
Xie Lian sonrió ampliamente y le abrazó cariñosamente, Jun Wu le rodeó con firmeza, frotando su mejilla contra el cabello del chico.
Eran observados...
Mei NianQing fue al dormitorio de Jun Wu y le dejó una nota donde le pedía reunirse con él en el salón de cultivo. Más tarde Jun Wu encontró la nota y concretó el encuentro con su funcionario.
