Ⓤⓝⓞ

627 46 6
                                    

Un día tranquilo para todo Tortillaland, Spreen estaba aumentando sus ventas con sus revistas, y ha intentado tradear un artefacto que consiguió en el evento semanal. Spreen pedía más de lo que Tanizen le ofrecía, ya que le costó sangre, sudor y lágrimas conseguirlo.

Spreen estaba decepcionado, no sabía que hacer con ese artefacto, sabía que era de teletransportación, pero ¿A dónde podría ir?

Este se encontraba caminando por las calles, mientras veía el cielo oscurecerse, estaba llegando la noche y todos se dirigían hacia sus casas, mientras que Spreen pensaba sobre su máquina.

– ¿Y yo qué poronga hago con esta porquería?– Se decía así mismo mientras observaba fijamente su Artefacto.

Este no estaba seguro de que quería hacer con eso, no sabía si venderlo o guardarlo para otro momento.

– ¡Hola Spreen! – Saludó uno de los ciudadanos.

– Qué onda, Carre ¿Todo bien? – Se dio vuelta para saludarlo.

– Ehh, mal, Juan ya no me deja pasar a su santuario. – Dijo mientras actuaba una cara triste.

– Mal ahí, boludo. – Le contesto riendo.

– ¿Y vos? ¿Que hacías? – Le Preguntó a Spreen.

– Y nada, acá pensando que hacer con esto. – Dijo Spreen mostrándole su artefacto teletransportador.

– Uh ¿Eso es del evento? – Preguntó – Re trambolico.

– Es una máquina para teletransportarse. – Dijo dejando aquella máquina en el suelo.

– ¿Te das cuenta lo que podés hacer con eso? – Preguntó Carre inclinándose para ver el artefacto.

– ¿Que cosa? – Dijo acompañandolo.

– ¿Vos querías ir a Karmaland no? – Preguntó – Podes ir a Karmaland ahora.

Al decir eso Spreen se quedó sorprendido y a la vez pensó un poco. Tenía la oportunidad de ir al mundo que siempre quiso ir.

– Che, Gracias igual, ya me voy. – Dijo tomando su artefacto y se fue.

No sabía cómo funcionaba la máquina exactamente, a lo que le pediría ayuda a uno de sus amigos, en este caso, Betra.

El Oso tomó sus Elitras y con sus fuegos artificiales se fue del lugar, volando.

Al llegar a la casa de Betra, este se encontraba descansando, al parecer tuvo un día cansado.

El Oso comenzó a tocar muchas veces la puerta – ¡¡Betra!! – Repetía una y otra vez.

– ¡¿Que querés?! – Gritaba Betra desde el segundo piso de su casa.

– ¡¡Abrime Betra!! – Gritaba Spreen mientras seguía golpeando la puerta.

Este al fin de digno a bajar y abrirle la puerta a su amigo, que sonrio al ver que le abrió la puerta.

– ¿Qué querés? – Le Preguntó Betra enfadado.

– ¿Qué onda, mano? Tengo que hablar con vos. – Dijo Spreen pasando a la casa de Betra.

– ¡¿Qué haces chavon?! Anda a tu casa y hablamos mañana. – Dijo Betra enojado.

– A ver, deja que te explique. – Dijo Spreen. – ¿Viste en el evento semanal?

– Si lo vi, y perdí boludo. – Dijo apoyándose en la puerta.

– Bueno, Conseguí una máquina teletransportadora. – Mostró su artefacto. – bue, quería ir a un mundo...

♡𝔖𝔭𝔯𝔢𝔢𝔫 𝔢𝔫 𝔎𝔞𝔯𝔪𝔞𝔩𝔞𝔫𝔡♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora