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"Spreen... ¿Estás aguantando? Todavía no puedo arreglar la porquería de máquina que trajiste... Todos te están extrañando, fuera de joda. Algunos ya se están preocupando. Incluso el Profeta me vino a preguntar que pasó con vos. Amigo, me haces falta ahora. Tener que controlar a todo tu puto pueblo, porque literalmente vos tenes a todos bajo tus pies. Los de la isla verde también vinieron, pero no recibieron otra respuesta que no sea un no. Boludo, me re duele la cabeza, ya pasaron 2 o 3 días desde que te dejé en ese puto mundo, ya te quiero sacar de ahí, pero la máquina de mierda no funciona. Otra vez, perdón, voy a sacarte de ahí si o si."
-Betra.

[Narrador: Omnisciente]

Betra terminó de escribirle algunos textos a Spreen, aquellos para saber si él estaba bien, para comenzar la reparación del teletransportador. Algo que siempre lo estresaba, casi ni había forma, y tampoco podía concentrarse por culpa de sus compañeros que venían a reclamarle, estresante.

Una vez más, otro de sus compañeros apareció para preguntar por el desaparecido. Que por obvias razones, recibió un no como respuesta. Era Carola, quien se sentía preocupado por su amo y quería saber si ya había regresado.

- ¿Por qué aún no regresa? Me preocupa ¿Sabes? - Dijo Carola rascando su cabeza, para el, Spreen era como su amo, ya que le paga por sus trabajos hechos. - ¿No quieres ayuda con la máquina?

- No puede volver todavía ¿Cuántas veces se los tengo que repetir? ¿Qué? ¿Quieren que se los diga en Guaraní? - Decía con total estrés y enojo, Siempre, todos los días venían algunos a preguntarle al chico sobre Spreen, era molesto y estresante para él. - Igual, si querés ¿No me traes un par de bloques de Hierro? Eso me sirve en la máquina. - Decía tratando de sonar más tranquilo.

- Ok, ok Betra, pero no te enojes y ahora te los traigo. - Dijo retirándose algo nervioso. No quería atrasar la reparación, pero su preocupación por el Oso empeoraba cada día.

Una vez que el espartano saliera de la pequeña fábrica, en aquella puerta se hizo la presencia del gran hombre de bata Blanca, el Profeta. - Betra. - Con su voz ronca nombró al técnico, éste llevó su atención al hombre. - Necesito hablar contigo.

- Si, dígame - Dijo el de traje levantándose de su silla. Del cansancio no podía mantenerse parado.

- Por lo de Spreen... - Betra al escuchar ese nombre, suspiró todo enfadado, lo que hizo que el Profeta guardara silencio y llevara su atención al chico.

- La puta madre. Ya les voy a avisar a todos cuando repare la porquería esta, dejen de romperme las bolas. - Éste se quejó bastante enojado. La cara del chico lo decía todo, no quería saber nada de sus amigos hasta que pueda hacer regresar a Spreen.

El Profeta asintió con la cabeza, y se retiró del lugar. Era obvio que Betra no quería a nadie en ese lugar. - Si necesitas ayuda, pídele a alguno del pueblo o a mi - Dijo antes de irse.

Betra no podía quedarse encerrado en su casa durante esos meses o incluso años. "Voy a salir a ver como andan las cosas.."- Pensó Betra para tomar algunas cosas e irse.

Su exterior era... vacío, no parecía tener ningún color feliz. Nublado, cielo completamente gris, tal vez a punto de llover. Miró a sus alrededores... nadie... un pueblo Zombie parecía, más que por el tiempo todo estaba oscuro.

- ¿Betra? - La voz de una muchacha distrajo a el chico. - Es raro que hayas salido de tu casa.

- Hola Mayichi. Si, quería sacarme todo este estrés saliendo de mi casa. - Dijo rascándose la cabeza. Solía estar mucho tiempo en casa, luego de los días que pasó intentando hacer que regrese el Oso.

- Claro, debes estar muy estresado con el tema de Spreen- Esta Dijo acercándose.

- Una consulta - Dijo Betra interrumpiendo a Mayichi - ¿No tenés algunas pepitas de Hierro o algunos placas de presión? Es que me quedé sin hierro y lo necesito para la máquina de Spreen - Du nerviosismo entró. Mayichi al principio no entendía, pero luego le sonrió y asintió con la cabeza, tan tierna ella.

- Iré a buscarlo, ¡nos vemos! - Se retiró dejándole una gran sonrisa.

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♡𝔖𝔭𝔯𝔢𝔢𝔫 𝔢𝔫 𝔎𝔞𝔯𝔪𝔞𝔩𝔞𝔫𝔡♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora