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# " 'cause i don't even know what we are"

# " 'cause i don't even know what we are"

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LIANA FRIESEN

No me pregunten, porque no se.

Antes estaba llorando, ahora estoy en un club privado con João, Enzo, y Valen, la novia de Enzo.

No se como paso, lo juro.

Ni idea de cómo paso.

Estaba bailando y estaba tremendamente segura de que tenía como mínimo 7 copas encima.

No bebo mucho usualmente, pero no estoy pensando en este momento.

No podía caminar bien porque sentía que todo me daba vueltas.

Unas fuertes manos tomaron mi cintura, y por supuesto, era João.

— Liana, cuando dije que te cuidaría no significaba que podías beber hasta caer en un coma etílico - reclamo volteándome hacia el.

Yo besé su mejilla — Te quiero mucho, João. Más bien, no te quiero, te amo mucho João.

Cállate Lia, cállate.

A el pareció sorprenderle mi repentina confesión — Yo también te amo mucho, Lia. Pero vamos a casa ¿si?. Necesitas descansar.

Cedí porque también estaba muy cansada.

Pero el error de João fue pasar por la pista de baile.
Solté su agarre rápidamente y empecé a bailar.

No le estaba prestando atención a nada. Solo a mi y el calor que sentía mientras bailaba.

João parecía divertido. Pero su expresión cambio totalmente cuando se acercó un chico a nosotros.

— Hola - saludó el rubio — Me preguntaba si me podrías dar tu número, para poder pasear un día de estos.

Antes de que pudiese responder, mi guardaespaldas respondió por mi.

— No creo que mi novia quiera darte su número. Y tampoco creo que quieras tener problema con su novio.

Cállate. ¿Te pica?

No estaba molesta. Mis emociones están muy mezcladas como para aclararlas.

Tomó mi mano y me jaló hacia la salida — Vámonos.

Yo no dije ni una palabra. Tal vez porque sentía que vomitaría en cualquier momento o porque simplemente no sabía que decir.

Pero esto nunca pasa con João.

Siempre se que decir.
El silencio era incómodo, algo que tampoco era usual entre nosotros.

Todo el camino me la pase mirando a la ventana y pensando en chocolate.

Al llegar a casa, João me desvistió —dejándome en ropa interior, por supuesto— y me puso una pijama.

Me dió un beso en la cabeza — Buenas noches, morena.

Antes de que se fuera, tomé su mano — Quédate, por favor.

El negó — No se si será buena idea, Liana.

— Por favor. Además, tengo una duda.

El me miró con el ceño fruncido — ¿Que sucede?

Yo me senté en la cama — Sucede que me arruinaste un paseo con semejante rubio bello. Y mi duda es; ¿por qué?

El rodó los ojos con cierto nerviosismo — Siempre preguntas el por qué.

— Nunca respondes el por qué.

Sinceramente, no se como hice para actuar como si estuviese en total sobriedad.

La distancia entre nosotros era peligrosa y estaba entre dos cosas: o le encajaba tremendo chape, o le daba una cachetada que lo mandara a la luna.

Suspiró — No creí que deberías aceptar salir con alguien que ni siquiera sabe tu nombre.

— ¿Como conociste tú a Magui?

— Eso fue diferente - se defendió.

— ¿Seguro de eso?

Se levantó nuevamente — No tengo que darte explicaciones, Lia. Buenas noches, adiós.

— No - lo interrumpí antes de que pudiera irse —. Te detesto, João Félix Sequeira. Nuevamente, solo estás pensado en ti.

— Hace como media hora dijiste que me amabas.

— Eres un terco, y un egoísta - seguí y a el pareció interesarle más la conversación —. ¿Yo puedo aceptar que tengas novia pero no puedo salir con nadie?

El frunció el ceño — ¿Por qué te importa tanto?

Porque me gustas, estupidiota.

— Olvídalo - volví a acostarme.

— No, dime.

— No - me negué nuevamente —. No quiero hacer esto otra vez. No estoy pensando con claridad, estoy borracha.

— Ok - hablo el acercándose a mi — Entonces, si estás borracha, permíteme preguntarte algo — Tomó mis manos —. ¿Que somos, Lia? Porque se que ya no somos solo amigos.

No se que somos.

Su pregunta me sorprendió, mucho — Somos mejores amigos. ¿A que te refieres?

— Me refiero a que no quiero que nadie esté cerca de ti y de que quiero besarte cada vez que te veo.

Eso me dejo incluso más sorprendida.

— Bueno, no lo sé. Mejor hablemos de esto mañana, ¿si?

Creo que es obvio que evadiré el tema y me lo llevaré a la tumba.

— No te escaparás con esta, lo juro - besó mi cabeza y se fue.

No puedo tener a João.

Quiero tenerlo. Pero no puedo.

No soy lo mejor para el. Y listo.

Alguien más lo será, lo amará y le dará mucho más de lo que yo pueda ofrecer.

That Way - João FélixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora