Una posición de entrega forzosa, incómoda y humillante, me sentía como cuando se presenta en la mesa de Navidad, un pavo relleno dispuesto para ser devorado por los comensales hambrientos que rodean la mesa.
Acto seguido, mientras los fustazos y cachetes esporádicos teñían mis nalgas de rojo, el gemir del invitado al penetrarme sobre esa mesucha y mis gritos inundaban la habitación, Stefan me cogió fuertemente el cuello y sometió mi boca con más brutalidad haciéndome callar con su miembro a modo de mordaza. Ambos estaban poseídos por la fuerza animal que caracteriza a los hombres en la cama.
Cambiaron de posición y siguieron entrando y saliendo de mi cuerpo, haciéndome sentir una muñeca a la cual podían hacer adoptar cualquier posición, a la cual podían hacer aquello que se les antojase.
Lord Harold volvió a ponerse delante de mí y me obligó a comérsela de nuevo, aprovechando los empujes sin medida de su amigo Stefan.
-¡¡Come, así no podrás gritar más!! – Ordenó. -Come y danos placer, que para eso sirves ahora, para esto me sirves y para eso quiero utilizarte…
Los movimientos se aceleraban y el miembro viril me producía arcadas e incluso saltó alguna lágrima. Miraba a mi Amo, como súplica, pero su mirada de respuesta solo decía:
-Disfruta y hazme sentir orgulloso.
Colocaron nuevas pinzas que mordieron y apretaron los labios de mi sexo excitado.
Grité pero no les pareció importarles.
Eran cuatro pinzas unidas todas ellas por una larga y pesada cadena de la cual tiraba cada vez que lo veían necesario.
Acercaron el candelabro a la mesa donde me tenían retenida y comenzaron a gotear la cera sobre mi pecho, sexo y muslos a su antojo, mientras mi cara mostraba gestos de dolor y mis labios permanecían mordidos para evitar mis gritos.
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Cesión o Sesión, esa es la cuestión...
RomanceTRES son multitud o eso creía.... BDSM, HOT 🔥🔞 Alissa_Dafoe