𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘈𝘨𝘢𝘪𝘯 ; 𝘠𝘦𝘦𝘩𝘢𝘯 ༅

𝘜𝘯𝘦

Muchos años han pasado desde que Cole Cassidy se unió a Overwatch, organización que le dio una salida para que no terminara muerto en una zanja. El castaño a apreciado eso toda su vida, pero tantos años luchando en el nombre de la organización le ha generado un agotamiento excesivo, tanto que Winston, actual líder de Overwatch, lo ha notado. El gorila sabe como es su agente, y sabe lo muy bien que trabaja. Así que... Decidió darle una sorpresa.
- ¿Cassidy? ¿Se encuentra ahí? - Preguntó el simio mientras tocaba la puerta. Cassidy escuchó el llamado de su jefe, pensó que era algo importante para que lo hubiera ido a buscar a su habitación, entonces, se levantó del sofá y le medio abrió la puerta.
- ¡Hola Winston! ¿Qué puedo hacer por ti? - Dijo Cole mientras se llevaba un sorbo de su botella de Whisky a su boca.
- Nada, no te preocupes, más bien, te tengo una gran noticia... ¡Overwatch a decidido darte unas vacaciones! Últimamente tus trabajos han sido muy excelentes, que decidimos dejarte descansar, como muchos otros agentes. - Mencionó Winston muy alegre. - Overwatch te pagará el viaje si decides irte a otro país o a un hotel. ¿Qué dices? - Preguntó el gorila con una sonrisa mientras esperaba una respuesta.
- Pues... ¡Sí, claro que quiero vacaciones! Y yo que pensaba que ustedes creían que tenían máquinas como trabajadores y no seres humanos. - Dijo el castaño provocándole una pequeña risa al simio.
- ¡Perfecto! Pues... ¡Disfruta de tus vacaciones, Cassidy! - Comentó finalmente Winston para luego irse a su oficina.

Vacaciones, sonaba increíble y claro que lo es, por fin Cole iría de viaje no para una misión si no para descansar, pero... ¿A dónde iría?
Tantas opciones y un solo destino...
¿Brasil? O ¿Qué tal Francia?
Suenan bien, pero no son un lugares a los cuales ir para vacacionar, según el gusto del vaquero. Esto de las vacaciones, se le salía de las manos.
Antes de seguir pensando cual lugar visitaría alguien llamó a su puerta. Ese alguien no era nada más ni nada menos que su cyborg-ninja peliverde favorito, Genji.
- ¡Cassidy! ¡Abre! ¡Deja de emborracharte sin mí! - Gritó desde afuera el cyborg con un tono jocoso.
- ¡Está abierto! - Dijo Cassidy mientras dejaba escapar una risita. El japonés abrió la puerta y entró en la habitación mientras dejaba unas botanas en la mesita de noche.
- ¿Qué te trae por aquí? - Preguntó el vaquero mientras tomaba un poco de la botana que trajo Genji.
- Pues, quería hablar un rato, ya que mañana me voy a Japón junto con Ángela. - Dijo el peliverde mientras se tumbaba en la cama.
- ¿Te irás a Japón? - Comentó el castaño un poco sorprendido.
- Sí, iré a ver una vieja amiga, me dijo que me quedará con ella un tiempo para ponernos al ritmo, le dije que iría si me dejaba llevar a mi novia y pues me dijo que entre más personas mejor. - Mencionó Genji mientras jugaba con sus dedos.
Japón, un gran lugar para ir a vacacionar, no solo por sus paisajes si no también por sus costumbres, tradiciones y, obviamente, su comida. Cole pensó que sería muy buena idea ir a Japón y mejor aún, no iría solo, iría con su mejor amigo y su médico de confianza, Ángela, mejor conocida como Mercy.
- Oye, enano... ¿Tú crees que podría ir con ustedes? Winston me dio vacaciones y me dijo que Overwatch se encargaría de pagarme mis boletos. - Dijo el vaquero un poco ilusionado, había ido una vez al país, en una misión con Blackwatch, pero no tuvo la oportunidad de conocerlo a la perfección.
- ¡Claro! Sería increíble si nos acompañas. - Dijo el cyborg emocionado mientras se levantaba de la cama. - Le iré a decir a Angie ¡Prepara tu maleta! - Mencionó el peliverde mientras se dirigía a la puerta.
- ¿¡A dónde vas!? ¿No era qué nos íbamos a emborrachar hasta perder la conciencia? - Preguntó el vaquero mientras se reía un poco, eso provocó que el ninja se riera con él un poco más fuerte.
- ¡Eso lo déjamos para cuando lleguemos a Kanezaka! Evidentemente, sin decirle nada a Angie, que me mata primero a mí y luego a ti. En fin, descansa vaquero, nos vamos a primera hora. - Dijo Genji mientras desaparecía por la puerta.
El castaño solo rió y se dispuso a preparar todo lo que necesitaba, sería un viaje largo pero por lo menos podría descansar, algo que necesitaba después de tantos años de servicio.

"Lo que no espera el vaquero es que estas vacaciones lo marquen para siempre."