𝘌𝘪𝘨𝘩𝘵

111 16 2
                                    

Al día siguiente Kiriko junto con su novia estaban haciendo cosas para arriba y para abajo, ya que hoy en la noche es el Festival del Zorro, y la peliverde es la encargada de las decoraciones de los locales, además, la castaña estaba ahí para ayudarle y hacerle apoyo moral. Los demás le ayudaban acomodando la casa para que no estuviera hecha un desastre por toda la decoración.
- Bueno... Nosotras ya nos vamos, el Festival empieza dentro de una hora y media. Nos vemos allá. - Dijo Kamori para salir por la puerta principal seguida de la coreana que estaba sujeta de su mano.
El resto se despidieron de las chicas y decidieron empezar a alistarse. Mientras que Hanzo y Ángela se preparaban, Cassidy y Genji estaban hablando entre ellos un poco apartados de la novia y del hermano del Shimada menor.
- Verás, Cass, yo quiero dar el siguiente paso con Angie. - Habló Genji para acercarse más a su amigo. - Hoy le voy a pedir matrimonio. - Susurró el peliverde, el vaquero se sorprendió por lo que había dicho el ninja, eso era algo muy maduro de su parte.
- Vaya... Pues felicidades por dar ese gran paso. - Comentó el castaño aún impacto. - Y... ¿Ya tienes el anillo y todo eso? - Preguntó el americano emocionado por su amigo.
- Sí, sí, lo tengo todo, incluso tengo planeado el lugar donde se lo diré, porque le pedí ayuda a Kiriko, ella también sabe. - Dijo el cyborg mientras se sacaba de su pantalón una cajita que tenía una sortija por dentro, tenía una gran esmeralda en su centro.
Cassidy silbó antes de empezar de hablar.
- Te tuvo que haber costado una fortuna. - Cole sostuvo la cajita en sus manos por un momento y luego se la devolvió al japonés.
- Todos mis ahorros y un dinero que ahora le debo a Kiriko. - El asiático solo rió.
El castaño se quedó pensando en algo, su amigo le había contado algo muy importante para él, ahora sería un buen momento confesarle que le gusta su hermano y decirle lo que tiene planeado hacer hoy para confesarle su amor.
- Eh... Genji, te tengo algo que decir. - Dijo con un poco de nerviosismo en su voz. El peliverde asintió para demostrarle que lo estaba escuchando.
- Espero que no te moleste lo que voy a decirte pero... - Hizo una pausa antes de volver a hablar. - Me gusta tu hermano. - Concluyó para que luego solo se escuchara la risa de Genji.
- Ya lo sabía. - Confesó mientras ponía su mano en el hombro del vaquero. - Bueno, Ángela fue la que me hizo darme cuenta... ¿Qué piensas hacer? - Preguntó el ninja.
- Yo, al igual que tú, estoy pensando decirle lo que siento hoy. - Dijo el vaquero decidido a cumplir su propósito.
- Sé que te va ir bien. - El cyborg se dispuso a irse pero decidió decir algo antes de retirarse por el marco de la puerta. - Una cosa, si le llegas a romper el corazón, yo te romperé los huesos. - Concluyó el cyborg para ya retirarse por completo.
Cole solo se rió, sería un idiota si le llegará a hacer daño a su querido pelinegro, él sabía que lo quería y eso lo tenía más que claro, pero no había tiempo para pensar como actuaría si fuera su novio o algo por el estilo, hay que enfocarse en el presente y el presente es que primero tiene que decirle lo que siente.

Ya era la hora de ir al Festival y todos ya estaban afuera de la entrada del Parque Principal de Kanezaka, Kiriko les dijo que la esperaran ahí para comentarles su plan, Genji le mandó un mensaje diciendo que estaban afuera. Minutos después llegó la chica.
- ¡Ahí están! - Gritó la jóven mientras corría. - Verán... Yo estoy muy ocupada y Hana me está ayudando pero mi idea es que se separen en parejas y que cada quien vaya por su lado, si tienen algún problema estaré por la fuente, al final del Festival nos volvemos a ver aquí. - Dijo Kamori mientras recuperaba un poco el aire.
Los demás asistieron y le desearon buena suerte a la peliverde. Genji y Ángela se fueron hacia la izquierda y Hanzo y Cassidy a la derecha.

Los dos chicos veían toda la decoración y mercancía en forma de zorritos que ofrecía el Festival.
- No sabía que a los japoneses les encantaba tanto los festivales. - Comentó el castaño.
- Este es uno de los primeros que hay en todo el año. - Dijo el arquero mirando al más alto, después volvió el silencio, Cole necesitaba hablarle, necesitaba escucharlo, ese silencio lo único que le provocaba era nerviosismo, mucho más del que ya tenía.
- Sabías que Genji le va a proponer matrimonio a Angie. - Comentó el americano tratando de sacar tema de conversación.
- ¿En serio? - Preguntó Hanzo un poco sorprendido.
- Sí, ¿no te lo contó? -
- No, no me dijo nada. - El japonés negó con la cabeza.
- Supongo que te va contar después de la respuesta, al rato es para que no pienses que es un perdedor si le dice que no. - Dijo Cole mientras se llevaba las manos a las bolsas de su pantalón.
- No le va a decir que no. - Afirmó el pelinegro. - Ella lo ama, siempre me lo dice... Y además, la señorita Ziegler está esperando un bebé. - Comentó el asiático para ver como el castaño paraba en seco.
- ¡¿En serio!? - Gritó sorprendido el vaquero, el japonés rió por su reacción, aún no entendía como era posible que se haya sentido atraído por alguien como él. "Tan tonto" Pensó. Aún así le encantaba ver sus expresiones y su forma de actuar, le hacían sonreír como un adolescente enamorado.
- Sí, hoy me lo dijo, dice que se dio cuenta hace una semana. - Retomaron su camino y siguieron conversando sobre el asunto de la propuesta del hermano menor del japonés y de su futuro sobrino.
Antes de seguir disfrutando de la festividad pararon en una pequeña posaba en la cual vendían toda clase de licores, incluido el famoso "Sake" que tanto le gustaba al Shimada mayor, Cassidy pensó que sería una buena idea comprarle una botella como regalo, sabía que le iba a gustar, no sin antes de escuchar los rechazos del chico diciéndole que no hace falta que gaste su dinero en esas cosas, desacuerdos que fueron totalmente ignorados. Al final de cuentas si le gustó el detalle.

Ya se habían alejado del Festival, llegaron a una parte en donde solo se escuchaba el ruido de fondo, estaban ellos solos, en un arroyo con unos hermosos árboles de cerezo que filtraban la luz de la Luna. "Es ahora o nunca" Pensó Cole. Estaba muy nervioso, se sentía como un jóven inexperto que nunca había tenido pareja, el chico que estaba a su lado lo ponía nervioso pero sabía que valía la pena arriesgarse, valía la pena arriesgarse por él.
Suspiro profundo antes de hablar:
- Hanzo, necesito decirte algo. - Hanzo lo volvió a ver de inmediato, sus ojos negros cayeron sobre él, se estaba ahogando en su mirada, pero ya no había vuelta atrás. Por otra parte el pelinegro sabía lo que le iba a decir el castaño, no tenía que ser un genio para saber que es lo que pretendía hacer el americano y tenía más que clara su respuesta. Aún así, quería escuchar lo que tenía que decir, para atesorar esas palabras y guardarlas en lo más profundo de su corazón.
- Yo... Estoy enamorado de tí, desde hace un tiempo. Cuando te conocí, yo tenía una imagen bastante negativa sobre tí, pero... Cuando empecé a hablarte y a conocerte mejor supe que no eras esa persona malvada que quiso acabar con su hermano por simple gusto. Eres una persona maravillosa e increíble, que me ha demostrado que todos cambiamos para mejor y logramos superar sucesos fuertes, me es imposible no quererte a mi lado y sé que esto es bastante estúpido pero necesitaba decirte lo mucho que te amo. - Confesó finalmente el vaquero viendo al japonés que estaba sonrojado y con una sonrisa en su rostro, aún así, esperaba su respuesta.
El asiático con una mano acarició su mejilla y acercó su rostro para besarlo, beso que fue correspondido casi al instante, ya que Cole aún seguía procesando lo que estaba pasando, no iba a negar que le encantó el pequeño beso que acabada de compartir con Hanzo, no más fue separarse para que le empezara a ser falta el contacto que acaban de tener, quería volver a besarlo, tenerlo cerca, se acababa de convertir en su "droga" favorita pero antes de volver a fundirse en otro beso Shimada lo paró posando un dedo en los labios contrarios.
- Me gustaría irme a casa, quiero ir a tomar un poco de la botella que compró y pasar el rato con usted en mi habitación... ¿Qué le parece? - El asiático estaba de un tono rojo carmesí que se le notaban en sus mejillas, Cassidy no pudo negarse a esa petición y aceptó con una sonrisa, no sin antes darle un beso en la frente y tomar rumbo hacia la casa.

La noche apenas está empezando.

𝘓𝘰𝘷𝘦 𝘈𝘨𝘢𝘪𝘯 ; 𝘠𝘦𝘦𝘩𝘢𝘯 ༅ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora