Capitulo 23

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No os podeis imaginar lo que me está costando escribir estos capitulo. Son demasiado para mi. Pero solo os pido que confieis

El cochero entró con Penelope en brazos en la casa Bridgerton ya que en la casa de los Featherington estaban preparando las cosas para el término de la boda.

- ¡Alguien que me ayude por favor!

De la habitación contigua salió el Duque ya que se quedó cuidando a su recién llegado hijo. Su cara era la del mismo horror.

- ¿Se puede saber qué ha pasado? -dijo Simon cogiéndola en sus brazos. La subieron a una de las habitaciones de invitados y la tumbaron en la cama. Ahí pudieron observar que la herida de su cabeza no dejaba de sangrar y que tenía algunos cortes más.

- Iba con la señorita Eloise y me detuve al ver un coche volcado y casi destrozado por completo. Dentro estaba la señorita Penelope en estas condiciones. El cochero se encuentra fallecido. Ya he avisado para que vayan a por él.

- Avisa a un médico.

El cochero bajó corriendo y Simon se quedó con Penelope intentando taparle la herida por la que brotaba sangre y lo único que no dejo de hacer fue sostenerle la mano. Debía saber que no se encontraba sola aunque estuviera inconsciente.


- Por el poder que se me ha dado, yo les declaro marido y mujer -dijo el cura.

El ahora marido de Felicity y la misma se dieron un corto beso en la mejilla y sonrieron como nunca. Todo el mundo aplaudía y Portia no podía hacer otra cosa que llorar al ver a su hija por fin casada. Colin también sonreía ya que había visto a esa niña crecer pero por otro lado no podía apartar la mirada de vez en cuando de la puerta esperando que apareciera Penelope. Lo único que quería en ese día , era verla caminar al altar hacia él aunque no fuera para casarse. Ya se había declarado firmemente a ella y solo podía esperar el momento idóneo para proponerle matrimonio. No podía imaginarse el resto de sus días sin tenerla a su lado.

- Será mejor que vayamos a coger sitio antes de que se acabe la comida -sugirió Colin.

- Por eso no se preocupe que dado que tengo conocimiento de lo que le guste comer he reservado una mesa solo para usted y para su hermana, bueno y para Penelope ¿Tan grave ha sido lo de su vestido para que no pudiera aparecer?

Habían preparado un pequeño brindis detrás de la iglesia por lo que todo el mundo empezó a ir a la parte de atrás.

- Quiero dedicar este brindis a mi esposa Felicity. Espero que nos espere una vida plena, llena de amor dedicado uno al otro y que nunca nos separe la falta del mismo. Te quiero y siempre lo haré -dijo alzando la copa.

Colin los miraba y era como si se estuviera viendo haciendo ese brindis por Penelope. Y recordó las palabras de Violet ; Entregaselo cuando esté preparada para decirte que sí

Era el momento, sabía que lo era. Ya le había gritado bajo la lluvia a los cuatro vientos que la quería y ella no había dicho nada en contra. Sabía que era el momento de pedirle matrimonio y no podía esperar para proponérselo. Necesitaba que Penelope se convirtiera en su esposa, necesitaba hacerlo , necesitaba hacerla suya y no dejarla escapar por muchas adversidades sucedieran. Así que, volvió al interior de la iglesia con intención de ir directo a la casa Featherington pero en mitad del pasillo lleno ahora de pétalos, se detuvo y su sonrisa se borró a medida que iba parándose.

Eloise estaba en la entrada devastada, con la cara llena de lágrimas y el vestido blanco que llevaba entero manchado de sangre.

- ¡Eloise!

Colin fue corriendo hacia donde estaba ella y la cogió buscando por todos lados de donde procedía la sangre que manchaba su vestido.

- Colin -dijo casi en un hilo de voz -Yo

- Dime quien te ha hecho esto, voy a llamar al doctor ahora mismo.

Eloise empezó a llorar de nuevo esta vez más fuerte y no pudo evitar tener que coger a su hermano para no caerse de la impotencia que hizo que su cuerpo entero temblara. Entonces, por una milésima de segundo , se le pasó la idea de que aquella sangre no era de ella; sino de Penelope.

- Dónde está Penelope -dijo su hermano mirando a todos lados.

- Colin Pen...

- No, no lo entiendes. Debo pedirle matrimonio. Tengo que pedirle matrimonio, por lo que primero debería ir a buscar a su madre para pedirle permiso -dijo mirando para todos lados. Estaba en estado de shock

- En nuestra casa.

Antes de que Eloise volviera a hablar Colin salió corriendo de la Iglesia y se subió en el primer caballo que vio. No podía ser ella, no podía ser su sangre. Le daba tan fuerte a las riendas de los caballos que hasta empezaron a sangrar las manos,, pero no le importaba. Necesitaba ver que no era, que estaba bien y que solo había sido un malentendido.

- Maldita sea -dijo Colin Bridgerton mientras que intentaba incorporarse del suelo.

- Oh por Dios se encuentra bien? -Penelope miró por primera vez a los ojos del joven Colin Bridgerton , los cuales fueron su perdición por el resto de sus días.

- Creo que no me he roto nada, eso es buen síntoma ¿No? -dijo riendo ambos.

La instantánea de la primera vez que conoció a Penelope no tenía nada que ver con los pensamientos que venían a su cabeza ahora. Antes la veía como una niña adorable amiga de su hermana , y ahora la veía como la mujer con la que pasaría el resto de sus días.

Antes de llegar a la puerta saltó del caballo y entró corriendo a su casa. Nada más hacerlo se topó con Simon.

- ¡Colin !

No le importo que Simon intentara pararlo, solo siguió adelante. Veía a las criadas yendo de un lado para otro con caras de horror y cuando llegó arriba se encontró con Daphne, la cual estaba totalmente consternada.

- Dejame entrar -le pidió a su hermana.

- No Colin , ahora mismo no puedes hacer nada.

- No entiendes que puede estar muriendo el amor de mi vida y yo estoy aquí esperando como una sentencia de muerte -replicó Colin.

- Lo sé -dijo cogiéndole de los hombros a Colin- Mírame hermano -llamando su atención- La señorita Featherington...

- Penelope -le corrigió Colin.

- Penelope está ahora mismo en las mejores manos. Solo hay que tener fe.

- ¿La misma fe que dejó que nuestro padre muriera en brazos de mamá? -dijo lleno de rencor- Me niego.

- La fe en el amor que ambos tenéis. Estoy segura que un amor que es tan puro y tan intenso como el vuestro tiene que superar esto. Y eso es a lo que tienes que aferrarte. Aférrate al amor hacia Penelope para creer.

Fue entonces cuando Colin no aguanto mas y se sentó en el suelo, enfrente de la puerta que le separaba de Penelope abrazado como un niño pequeño, a llorar como si no hubiera un mañana porque tal vez Kate no tenía razón y había llegado demasiado tarde

- Por favor -dijo mirando al techo- Te juro que te amaré el resto de mi vida pero no te vayas.

Flawless my dearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora