Me da una enorme tristeza que esta historia acabe, pero para que haya una nueva otra debe terminar. Espero con todo mi corazón que este epílogo esté a la altura de lo que estáis esperando y tened los ojos muy abiertos porque en él voy a dejar el nombre de la siguiente . ¿Seréis capaces de adivinarlo? Mil gracias por acompañarme en este corto, pero intenso camino. Os vuelvo a dejar una canción (que ya esta en otro capítulo) para que la escuchéis repetidamente mientras que leéis, de verdad que merecerá la pena.
En la pista de baile en la que siempre habían bailado, Penelope se sentía aquella noche fastuosa, elegante y sobre todo, brillante. Tenía de la mano del soltero más codiciado de Londres, a su mejor amigo y se sentía como si estuviera pisando el séptimo cielo.
Con un ágil movimiento Colin les dio la vuelta y se acercó un poco a ella- Penelope quiero que sepas una cosa -Pen trago saliva ante lo que iba a decirle- Pase lo que pase, siempre os voy a proteger a ti y a tu familia, siempre. Significas, bueno significáis mucho para mí -dijo Colin corrigiendo sus propias palabras.
- Como tú para mí Colin -dijo brindándole una suave sonrisa.
El baile finalizó y ante la atenta mirada de Lord Fife ,Colin le hizo una reverencia y abandonaron el salón. Y ella bueno...ella no sabía ni donde estaba, en la tierra desde luego que no.
Desde aquella noche, Penelope Featherington se juró dos cosas para sí misma. La primera; que nunca jamás volvería a dejar que ningún hombre se burlara de ella y la pusiera en evidencia como lo hizo aquella noche el. Y la segunda; que siempre seguiría a su corazón por mucho que le doliera las decisiones que le hacía tomar, pero se lo debía. Debía escuchar lo que su corazón le decía en cada momento y seguirlo sin dudar ni un solo instante.
Por eso mismo aquella noche, se juró que nunca jamás volvería a ir detrás del Señor Bridgerton y que era hora de buscar un marido que la respetara, que la valorara, que la mirara todos los días de su vida y supiera que estaba en el sitio correcto, a salvo. El amor que Pen procesaba por Colin era puro, era algo de lo que no se debía de estar avergonzada por sentirlo porque, al fin y al cabo, el amor se basa en la amistad, en el respeto. Y era lo que justamente ella tenía ahora.
El amor se basa en querer cada cosa, cada detalle maravilloso de la persona que tienes al lado. Se basa en querer y desear tanto los defectos del otro que acaben convirtiéndose en la mayor de las debilidades.
Trata de miradas fugaces por encima de un libro o de un vaso de limonada, trata de sonrisas presas en el interior que al final terminan escapando iluminando el rostro de la persona.
Trata de cada roce que hace que tu cuerpo sepa que es la persona indicada, de las risas a carcajadas.
El amor es una danza sin fin en el que las almas bailan presas de un sentimiento que ni siquiera saben que está ahí pero acaban surgiendo.Algo tan puro y tan bello era incapaz de verlo venir.
Levantó un momento la mirada y encontró toda la inspiración que le faltaba para terminar de relatar.
¿A quién queremos engañar? Siempre lo sabemos cuando lo tenemos delante. Queremos hacernos los ciegos, los sordos porque no queremos admitir que lo hemos tenido delante todo el tiempo y hemos ignorado algo que no está hecho para los mortales. Pero si, a día de hoy me preguntaran "Que es el amor para ti" la respuesta sería muy sencilla:
Para mí el amor es cuando llego a casa y lo primero que recibo es un beso de mi amada esposa, es la forma tan ridícula en la que me quedo mirándola cuando ni se da cuenta de que lo hago.
Es cuando la cogí por primera vez de la mano y sentí un hormigueo en el cual creí que era por la tela de su guante. El amor para mí es lo que sentí la primera vez en la que la vi y supe que sería la madre de mis hijos, la dueña de mi mundo.
Es el miedo cuando creía que la había perdido para siempre. Es la incertidumbre que sentimos cuando supimos que venía un hijo en camino.
Es la forma en la que a través de nuestra hija Agatha , puedo ver la mirada infinita de Penelope.Eso es para mí el amor.
Cerró la tapa y sonrió finalmente, por fin lo había terminado. Y lo había conseguido gracias a ellas. Se dirigió hacia donde estaban Penelope y Agatha sentadas jugando pero se detuvo un momento a contemplar la escena. Al ver a Agatha no pudo evitar acordarse de la primera vez que vio a Penelope, era exactamente igual. ¿Qué había hecho para merecer todo aquello? Ni siquiera lo sabía.
Llegó donde estaban ellas y se sentó al lado de Pen cogiendo a la pequeña en brazos.
- ¿Se puede saber qué hacías allí todo el rato? -le preguntó curiosa Penelope.
- Estaba escribiendo el epílogo de mi libro -dijo mientras miraba a Agatha.
- ¿Me dejarías leerlo? -suplicó Pen.
- Tal vez...pero con una condición -le dijo.
- Cual si puede saberse.
- ¿Te acuerdas de lo que pasó un 6 de abril? -sugirió Colin.
- Creo que sí -dijo pícaramente Penelope.
- ¿Por qué nunca me confesaste tus sentimientos Pen? Solo quiero entenderte.
Penelope trago saliva y sonrió- Simplemente era algo tan imposible, casi tanto como que cayera un meteorito que preferí callar y seguir viviendo mi fantasía -dijo mientras que Agatha le agarraba uno de sus dedos fuertemente.
- Creo que las fantasías están hechas para que en algún momento se hagan realidad. Y no hay nada más real que esta familia, que nosotros.
Colin hizo que Agatha se riera y mientras que Penelope la volvía a coger y la tumbaba a su lado no pudo evitar sonreír. Era impensable que acabaría cayendo como una estrella tan fuertemente a los pies de Penelope. Y eso era algo tan mágico que no quiso preguntar más los por qué sino centrarse en que si.
Y sí, ni en sus más locas fantasías hubiera cortejado a Penelope Featherington, porque lo suyo no era una fantasía.
Era la realidad más real que vivía todos los días de su vida
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Flawless my dear
FanficPenelope Featherington vuelve del campo más decidida que nunca a olvidar al joven Colin Bridgerton y encontrar un esposo que la merezca. Pero los problemas dan comienzo cuando sus sentimientos no terminan de enterrarse y otros empiezan a florecer.