Proceso de curación[kimchay]

01'Caida libre

-"¿Entonces te gusta?"

El corazón de Kim está tartamudeando en su pecho. Es una sensación tan familiar, como el momento en caída libre justo antes del impacto. En un momento, dolerá. En un momento, el aliento será expulsado de sus pulmones, y su caja torácica se romperá, y…

Chay lo observa con anticipación, desde el taburete en el que está sentado detrás del vidrio del estudio de grabación, la sonrisa nerviosa en sus labios se vuelve más y más pequeña, más y más débil.

Y

Tiene que irse...

Pero, se queda, Chay verá el aterrizaje forzoso y todo lo que Kim desearía que no viera. 

Kim inhala y trata de no ahogarse con el nudo en la garganta cuando traga. Se quita los auriculares y los coloca en la placa de sonido mientras se pone de pie, odiándose a sí mismo cada milisegundo que Chay permanece mirándolo, la sonrisa desaparece hace mucho tiempo y es reemplazada por dolor y confusión. 

Sale de la habitación, con la mandíbula apretada mientras se apresura a salir del edificio. Es un poco confusó. Pasa a alguien que lo llama preocupado o confundido, pero no se molesta en concentrarse lo suficiente como para reconocerlo o responderle. 
 Debería haber terminado después de la primera sesión de tutoría, tan pronto como quedó claro que Chay no sabía nada sobre el trabajo de su hermano o la familia de Kim. No debería haberle dado a Porchay falsas esperanzas, y no debería haberse entregado a esta pequeña y tonta quimera de amistad: romance .
Siempre ha sido un agujero negro, destruyendo todo lo que se le acerca. ¿Qué tipo de mentira está tratando de venderse a sí mismo?

Gran parte de esta vida que vive es solo una ilusión. Una fantasía obsesiva donde él es bueno, donde está seguro, donde es libre, donde solo es Wik, el amado y amoroso, y no Kim, el arma, el corazón tan hueco como una lata y las manos manchadas con la sangre de cien, chorreando y manchando todo lo que toca. 

Está realmente... enfermo por permitirse arrastrar a Chay a esta ilusión, por construir un nuevo mundo a su alrededor, orbitándolo como el sol, cuando sabe que con cada círculo alrededor, acercándose más y más al calor, él se está acercando más y más.Más cerca de romper a Chay también.
Cuando llega a su auto, abre la puerta del conductor por costumbre y luego se detiene, mirando su mano temblorosa. 

"Anón", dice, sin necesidad de mirar hacia arriba para saber que su guardaespaldas está cerca. No importaba cuántas veces le dijera a su padre o  sus hermanos que no quiere ,ni necesita que lo protejan, no importaba cuántas veces trató de escabullirse de sus ojos vigilantes. Hoy, está agradecido por el elemento casi permanente en el que se ha convertido Anón. Aún más agradecido de que sea Anón quien esté de servicio ahora, en lugar de cualquiera de los otros que lo siguen como una sombra algunos días. Anón, que ha estado aquí en lo peor de todo. "Usted conduce." Sostiene las llaves con el puño cerrado y, cuando Anón le quita los dedos con cuidado,de estas.
Trepa sin gracia al asiento trasero y deja caer la cabeza contra el espaldar.

Su pecho está tan apretado que no puede llenar sus pulmones con una bocanada de aire adecuada, y las puntas de sus dedos están entumecidas. Cuando los frota sobre la tela de sus jeans, no siente nada más que una incómoda estática. Lo hace estremecerse, lo hace querer salir de su piel, encontrar un nuevo hogar en el cuerpo de otra persona, en la vida de otra persona.

Duele

“Es el sonido de mi corazón lo que quiero que escuches”.

La canción duele tanto como la primera vez que la escuchó, en el umbral con la luz del sol enmarcando a Chay encendiendo un halo.