Y brilló, centelleante así como fúlgido el experimento tecnológico de Dimitri, mientras se sumergía en las alcantarillas de San José Obrero, un barrio de Tarragona. Esto sucedía el veintiocho de Febrero.
Ellas no se detendrían, disfrutaban de verla sufrir, el acoso escolar que podría recibir cualquier persona.
—Pareces una mutante —rió mientras se burlaba de ella.
—Puta gorda —añadió su acompañante.
Dimitri no podía evitar tapar su cara, pero no más lágrimas se derramarían, ya demasiados golpes le había dado la vida. Sufría de heterocromía, además de tener manchas de color blanco en el cuerpo, a pesar de ser negra. Su sobre peso no ayudó, y fue acorralada y usada como saco de boxxeo toda su vida.
Sus padres se desquitaban con ella, sus amigos la culpaban de sus problemas, parecía que el cáncer seguía en la tierra por que ella existía.
Pero ya nada parecía certero, ella perdió el sentido de la realidad. "¿Será que soy el problema?, ¿me estoy echando la culpa? Se supone que tengo razón, que no debería culparme, pero todo el mundo parece estar en contra mía. ¿No seré yo el engranaje que falla?, ¿la pieza del puzzle que es más grande de lo normal?"
Dejó de acudir a clases, el instituto era un verdadero infierno para ella, quizá no comparado con el de los demás, pero ese era su infierno y era todo lo que bastaba, no existe un infierno fijo, tu infierno es el verdadero para ti y punto.
Pero a pesar de no salir de casa, lograron atraparla fuera, probando su último experimento, y así acabó.
No volvió a casa por que no sentía que tenía una casa a la que volver, nadie la quería, nadie la soportaba, prefería dormir en la calle que en cualquier otro sitio.
Mirando a la luna un dia, tras horas de reflexionar bajo ella, llegó a la conclusión de que quería morir, era su sueño de hecho.
Pero ella no podía hacerlo sola, así que se metió bajo las vías del tren y esperó. A medio llegar, ella decidió que no quería morir así, que lo intentaría de otra forma.
Probó varias formas, pero no encontró la adecuada, hasta que conoció a su perdición.
Bajando al sótano de la casa de su madre encontró una especie de sala rara, con muchos utensilios y una mesa de metal en el centro. La regla que venía con la casa era "No visitar el sótano", así que esa era la primera vez que se entraba en años.
Una sensación de pesadumbre y muerte abrumó a Dimitri, le faltaba un poco el aire, no sabía por que, pero ese sitio tenía algo raro, algo turbio.
"Siéntate"
¡Como un rayo se giró!, pero no había nadie. No le dió tiempo a suspirar:
"No puedes verme, pero sigo aquí" dijo una voz tranquila y cálida.
Dimitri cayó al suelo.
—¿Que eres?, ¿que está pasando?
—Bienvenida a mi dormitorio.
—¡Muéstrate!
—Si supieses con quien estas hablando te pegarías un tiro, mala suerte que no tengas el coraje para hacerlo.
Poco a poco se reveló la silueta. Era un hombre alto, con ropa de traje, pelo azul diamante y dos ojos como esmeraldas.
—¿C- como has hecho eso?
—Magia negra.
—¿Q-?, ¿cómo?, que-
—Se que tienes muchas preguntas, pero responderé las principales, sí, siempre he estado aquí, sí, voy a matarte, sí, te he visto y escuchado mientras te masturbabas.
—¿¡Que has visto qué!? —exclamó sonrojada.
—Ya lo has oído, interesante como los humanos os quedáis con la información más inútil.
—¡Eres un pervertido!
—No soy yo quien ve "papá le enseña una lección a su hija por no hacer la tarea, ella se la come toda". Tengo entendido que eso está mal visto en tu raza, deberías ir a un terapeuta.
—¡No son familia de verdad!
—Pero fantaseas con ello perra de mierda. En fin, acuéstate en la mesa.
—¿Que me vas a hacer?, ¡me vas a violar!
—Soy asexual joder ponte en la puta mesa —dijo señalando a la mesa con elegancia.
Extrañada decidió aceptar y acostarse. El tacto era helado, estaba muy, muy fría.
—Bueno, ¿Como deseas morir?
—¿Perdón?
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El Demonio de la Máscara (Hazbin Hotel/Helluva Boss)
RandomEn el mundo infernal, el Demonio de la Máscara aterroriza a todos con su capacidad para matar a cualquier ser consciente. En busca de ganancias, navega en un mar peligroso y enfrenta intrigas y luchas por la supervivencia. Descubre las complejas rel...