Volver a empezar

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La noche ya empezaba a caer, con las primeras estrellas haciendo acto de presencia en el cielo. Y tanto June como Shun seguían sentados en la banca de aquel parque, por lo que el Caballero pensó que lo mejor era volver a la casa de Saori.

Shun: "June, creo que ya es momento de irnos. Ya está empezando a oscurecer", dijo mientras se levantaba finalmente de la banca.

June: "Si, pero...¿A dónde iremos? ¿Vives cerca de aquí, Shun?"

Shun: "Así es. Vivo a unas cuantas calles. Si lo deseas, puedes acompañarme y seguiremos hablando en el camino", dijo extendiendo su mano hacia su amiga. La guerrera no pudo hacer más que sonreírle y tomar su mano para ponerse de pie.

June: "Gracias, Shun", dijo mirándolo a los ojos.

Shun: "No te preocupes. Vámonos".

Cuando estuvieron lo suficientemente lejos del parque, Shun quiso despejar sus propias dudas acerca de la manera en la que su amiga y antigua compañera de entrenamiento pudo escapar con vida de la Isla de Andrómeda.

Shun: "June, hay algo que me gustaría saber"

June: "¿De qué se trata, Shun?"

Shun: "Bueno...quisiera que me dijeras...cómo fue que lograste escapar con vida de la Isla de Andrómeda"

June frenó su caminar por unos momentos para ver el rostro de su amigo. Evidentemente, era algo que no le causaba ningún placer recordar. Shun quiso enmendar su pedido casi de inmediato.

Shun: "June...lo siento...si te resulta muy doloroso, no tienes por qué contármelo"

June: "No...no te...preocupes. Te lo diré...", dijo mientras miraba hacía el frente y retomaba su caminar. "Luego del ataque de Milo a la Isla y mientras estábamos alrededor del cadáver de nuestro maestro, Albiore, el volcán de la isla entró en erupción. Empezamos a huir de manera desesperada hacia el muelle, donde había un barco atracado. Solamente Reda, Spica y yo pudimos llegar a él, pero nuestros demás compañeros murieron debido al magma de la erupción. Cuando nos alejábamos con el barco, tuvimos que ver con dolor cómo nuestra amada isla desaparecía en una violenta explosión", dijo mientras volvía a sentir su garganta pesada. 

Shun no podía creer lo que estaba escuchando. Quiso decirle que no era necesario que siguiera, pero supuso que la guerrera quería terminar el relato y continuó. 

June: "Durante unos días, los tres navegamos con rumbo al Oriente. Yo quería llegar lo más rápido posible para advertirte sobre lo sucedido, porque tenía miedo de que Milo o algún otro Caballero Dorado llegara a matarte. Pero un día fuimos sorprendidos por una tormenta, la cual fue tan fuerte que volteó nuestro humilde barco, arrojándonos al mar. Reda y Spica usaron sus cadenas para mantenernos juntos flotando, hasta que un barco nos vio al cabo de unas horas y logró rescatarnos. Ellos venían hacia aquí, por lo que finalmente pudimos llegar".

Shun: "No puedo creerlo...pero...dime qué pasó cuando finalmente llegaron aquí"

June: "Ni bien bajamos del barco, Reda y Spica dijeron que querían buscarte para matarte. Te hacían responsable de la destrucción de la Isla de Andrómeda y yo quise convencerlos de lo contrario. Pero fue inútil. Y tomamos caminos separados. Intuí que llegaría el día en que los Caballeros de Atena viajarían al Santuario para enfrentarse con los Caballeros Dorados. Entonces estuve esperando cerca del puerto y del aeropuerto...hasta que ese día finalmente llegó".

Nunca Es TardeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora