No me dejes - Capítulo 12

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El hecho de que no hubiera visto casi caminantes en un buen periodo de tiempo era algo que perturbaba la mente de Daryl una y otra vez. En sus salidas en busca de provisiones y de nuevos integrantes para la comunidad de Alejandría, se había encontrado con un número bastante reducido de caminantes; a unos diez más o menos, lograba recordar con exactitud el arquero.

Que no hubieran casi caminantes era algo que en un principio no debía porque preocuparle; por un lado era bueno que nadie sufriera un percance por culpa de esos asquerosos come carne, pero por otro lado era sospechoso que ninguno de ellos se hubiese topado con los muros de Alejandría o hubieran recorrido los alrededores.

Los caminantes se mueven en hordas; suelen ser integrantes de pueblos, de ciudades enteras, así que todo aquello a Daryl le resultaba extraño. ¿Dónde podían haberse metido?

Daryl se encontraba de regreso de una de sus numerosas salidas  cuando encontró a una mujer y a un niño pequeño en lo alto de una pequeña casa. Ellos habían montado una especie de refugio en el tejado a base de cartones y telas.

Daryl detuvo su moto e interrogó a aquella mujer, ofreciéndole también información sobre Alejandría, por si ésta quería formar parte de aquella zona segura junto a su hijo. La mujer asintió con la cabeza a todo lo que le decía Daryl; parecía estar desesperada y muy hambrienta. Su hijo tenía un aspecto horrible, apenas se movía.

La mujer le explicó como habían estado sobreviviendo aquellas semanas; a base de unas latas de comida para gatos que había encontrado en aquella misma casa, hidratándose gracias al agua de alguna que otra lluvia...

También aquella mujer le contó con lágrimas en los ojos como su marido se había sacrificado por ellos y lo culpable que se sentía de no poder haberle ayudado.

Daryl trató de consolarla y de nuevo le ofreció ayuda; les aconsejó que continuaran en el tejado en el tiempo que él encontraba un vehículo nuevo en el cual poder transportarles a Alejandría, ya que él había estado viajando en moto y no había espacio suficiente en ella para los tres. Ellos estaban a más de diez kilómetros de Alejandría así que Daryl descartó completamente el ir caminando hasta la zona desde un principio, además de que la luz del sol comenzaba a desvanecerse e ir a oscuras era muy peligroso; sobre todo para aquel niño pequeño que parecía no poder caminar.

Tras dejarles unas botellas de agua, un arma y algo de comida, Daryl se dispuso a buscar un vehículo para transportarlos.

Encontrarlo le llevó bastante tiempo. Encontró una camioneta a unos ocho kilómetros más de la zona donde había encontrado a aquella mujer y a aquel niño, por lo que su salida se alargó unas cuantas horas más.

Daryl volvió con la camioneta al lugar dónde dejó a aquella mujer y a su hijo. La mujer bajó del tejado con su hijo en brazos, con mucho cuidado. Colocó una mochila muy grande llena de ropa atrás de la camioneta, junto con la moto de Daryl, y subió al asiento delantero de la misma. En el trayecto hacia Alejandría Daryl le contó más cosas sobre la comunidad y como allí harían lo posible para que ellos se encontraran mejor. La mujer se lo agradeció enormemente con una sonrisa mientras aquel niño dormía en su regazo.

Mientras, en Alejandría, el grupo de Rick se preparaba para la cena. Todos parecían estar muy tranquilos, excepto Carol, quien miraba desesperada por la ventana del comedor.

Ella estaba muy preocupada por Daryl.

Rick mostró su apoyo a Carol acariciando su hombro las veces que ésta se asomaba por la ventana; él sabía que Daryl estaba bien, y aunque sabía que su amiga confiaba y creía en sus capacidades tanto como él, comprendía su preocupación.

-          Carol... Daryl está bien – le susurró Rick al acariciar por quinta vez su hombro.

-          ¿Y si le ha pasado algo? – preguntó Carol desesperada.

"Trying not to love you" (Caryl fic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora