Dulce compañía - Capítulo 1

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Era una mañana cálida, el sol brillaba intensamente y el aire estaba cargado de serenidad, en él sólo se oían los cantos de los pájaros y el agitado aleteo de los numerosos insectos del bosque. Todos los integrantes del grupo habían conseguido encontrar una zona segura, una zona apartada de los peligros del nuevo mundo apocalíptico, un lugar cercado por enormes y firmes vallas, un lugar seguro. Aunque parecía un buen lugar ellos no lo consideraban, todavía, un hogar, más bien era un lugar de paso, un sitio en el que sobrevivir durante un tiempo.

Ellos habían pasado por circunstancias difíciles un mes atrás, habían perdido a varios integrantes muy apreciados del grupo, y aunque todavía llevaban el dolor dentro de ellos debían velar por su seguridad y la de los suyos apartándolo un poco. El sitio donde llevaban viviendo un tiempo era conocido como Alejandría. En el habían muchos integrantes; familias, personas mayores, etc. En Alejandría cada uno tenía sus responsabilidades; unos cocinaban, otros cazaban, otros velaban por la seguridad de la zona, etc.

El hombre encargado de aquel pueblo se llamaba Davidson .Era un tipo raro pero había cogido cariño a Rick y a los suyos ya que estos hacían un gran trabajo en su zona.

En Alejandría habían muchas casas individuales, casas grandes con la capacidad de albergar a dos o hasta incluso tres habitantes en cada una. Casi todos los miembros del grupo tenían una casa individual para ellos mismos, exceptuando a Rick, Carl y la pequeña Judith, y también a Maggie y Glenn, quienes preferían vivir juntos en las comodidades que bridaban aquellas casas. 

Como todas las mañanas Carol llegaba al centro de aquella gran urbanización y realizaba numerosas tareas; primero se encargaba de recoger la colada comunitaria y la llevaba a la lavandería donde le atendía el señor James, un hombre alto, muy delgado, con el pelo moreno quien siempre recibía a todo el mundo con una enorme sonrisa.

- Buenos días Carol! Hoy parece que el sol ha querido hacernos una visita después de tantos días de lluvia, ¿cómo va la mañana? - dijo James.

- Buenos días James! Sí, parece que por fin ha cesado la lluvia y podemos disfrutar un poco del sol. Pues mi mañana va como siempre, bastante liada. Menos mal que tengo las tardes libres! - dijo Carol dejando ver una sonrisa.

James rió, cogió las numerosas cestas de ropa que Carol transportaba en un enorme carro y se despidió de Carol.

Carol volvió al centro, ahora debía asistir a las clases prácticas de medicina, instruidas por la doctora Taylor, útiles para la cura de heridas, gripes o demás infortunios.

Carol no podía evitar recordar cada día, al escuchar las ''lecciones'' de la doctora Taylor, los consejos que le dio Hershel tiempo atrás, aquellos consejos que él le dio para evitar contratiempos y para dejar a alguien al cargo cuando él ya no estuviese. Cuando Carol terminaba las clases debía ir al comedor central para comenzar a preparar las comidas de los integrantes de la zona.

- Hoy hay spaghetti para comer! - exclamó Tara a Carol entusiasmada.

- Creo que todos estábamos hartos de la carne de ciervo - dijo Rosita.

- La verdad es que si - dijo Carol entre carcajadas.

Mientras preparaban la comida Rosita contaba como Eugene y Abraham habían conseguido hacer que llegara la electricidad también a las casas y como estaban mejorando el sistema de las cañerías del agua.

- Ahora mismo podremos disfrutar de agua caliente! - dijo Tara abrazando a Carol.

Carol y Rosita sonreían mientras dejaban hervir la comida y colocaban los platos en las mesas. Todos tenían ya un asiento asignado; cada familia tenía una mesa asignada: Rick presidía la mesa, Carl estaba a la izquierda acompañado por la silleta de Judith, Michonne se sentaba al lado de Glenn, Glenn al lado de Maggie, etc. Daryl siempre estaba sentado justo a la derecha de Rick y al lado de este estaba el asiento de Carol.

"Trying not to love you" (Caryl fic) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora