Look at me || 𝐉𝐮𝐝𝐞 𝐁𝐞𝐥𝐥𝐢𝐧𝐠𝐡𝐚𝐦

17

Emma

Le dieron toda la semana a Jude por navidad y decidieron pasarla con sus dos familias unidas en una cabaña en Oberhof, eso significaba 3 horas en auto, pero obviamente 3 horas que valían la pena.

–Quiero ir al baño –repitió Jude como un niño pequeño.

–Pararemos en la gasolinera, solo ten más paciencia Jude.

–Yo también tengo que ir al baño –dijo Jobe mientras tomaba agua.

–Entonces ¿Por qué tomas agua? –pregunto divertida.

–Tu también tomas agua cuando quieres ir al baño, tonta –hablo para luego soltar una carcajada.

Lo miro con una sonrisa antes de pegarle en el hombro sin mucha fuerza.

–¿Y eso? –dijo empujándola un poco.

–Fue con cariño, tonto.

(• • •)

–¡Buenos días! –dijo Jude abriendo bruscamente la puerta de la habitación haciendo que Emma se asuste

–Me asustaste, William –exclamó sabiendo que a su novio no le gusta que lo llame por su segundo nombre.

La chica cogio una almohada para luego pegarle un almohadazo en la cara.

–¿Como me dijiste? –dice devolviéndole el almohadazo.

Ambos comenzaron una guerra de almohadas.

–¿Te imaginas varios niños jugando por aquí? –habló Jude levantándose.

–Mejor sigue imaginando –dijo su novia soltando una pequeña risa.

–Sabes que tu también quieres –río antes de cargar a Emma como un saco de papas.

–¡William! Bájame, siento que vomitaré si estoy de boca abajo.

–Si sigues diciéndome así, yo creo que no.

–Esta bien, perdón. Pero por favor ya bájame acabo de despertar –se quejó mientras golpeaba suavemente su espalda.

Jude se lanzo a la cama junto a la chica quedando los dos acostados uno al lado del otro.

–Erick está desesperado, quiere que bajemos a abrir los regalos.

(• • •)

Toda la familia se sentó bajo el árbol, los tres adolescentes muy inquietos por saber lo que había detrás de las envolturas y ni hablar del pequeño Erick que estaba más que emocionado por recibir regalos.

Jobe se acercó con una sonrisa nerviosa a Emma antes de sentarse en el piso junto a ella y tocar suavemente su hombro–Toma, este es para ti –dijo tendiéndole una pequeña caja.

–Muchas gracias, jobe –hablo para luego dejar un pequeño beso en su mejilla– Yo también tengo un regalo para ti.

Dijo buscando su gran regalo entre algunos envoltorios de regalos ya abiertos– Espero que te guste –exclamó con una sonrisa.