NO ME DEJES

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Miraba impaciente la pequeña radio que se encontraba frente a la ventana, estaba esperando que sonara una maldita canción, cualquiera, de cualquier época, pero que llegara un mensaje. Hace una semana que no sabía absolutamente nada de Joel, y estaba aterrorizada con tal solo pensar que le había ocurrido algo malo.

Joel muerto...

No...No podría seguir sin él.

Mis ojos se llenaron de lágrimas ante imaginar distintos escenarios en los que él estaba sin vida en el suelo arrasado por la naturaleza.

Salí del pequeño cuarto donde ambos vivíamos y me dirigí, por quinta vez en el día, hacia donde el tipo que recaudaba mensajes a través de radios u otro tipo de comunicaciones.

-¡Carajo, Iris, ya te dije que no hay ninguna información sobre él! –Me gritó sin compasión alguna, y golpeó la mesa con sus manos. –Lárgate de aquí antes de que haga que te saquen a la fuerza.

-No..., por favor. –Casi le suplique con la voz quebrada. –No sé nada de él desde hace una semana, fue a buscar a su hermano y aún no...

-Sí, si, aun no regresa, ya lo sé –dijo, restándole importancia al asunto, como si mi vida no dependiera de ello- Volverá, Iris. Si sé algo te avisaré, aunque...puede que haya encontrado algo mejor allá afuera.

Mis ojos se abrieron sin entender a qué se refería.

-¿Qué?

-Ya sabes, una mejor vida, hay rumores que hay comunidades pequeñas en todo el mundo, tal vez esté allí y ya no vuelva. –Me miró fijamente, no le importó que esas palabras me dolieran, él sabía que me dolían.

-No, él jamás me abandonaría. –Sentencié con seguridad, aunque mi voz titubeó un poco.

-¿Cómo estás tan segura? Hasta donde yo sé, ustedes no son nada, Iris.

Esas palabras fueron como agua helada sobre mi cálido cuerpo, me sentía tan desprotegida, tan expuesta. Un dolor comenzó a calar en mi pecho.

Me puse de pie sin dejar de mirar al sujeto que tenía delante de mí.

-Joel y yo no estamos juntos, así como tú dices. –Apoyé mis brazos sobre la mesa y me acerqué a él, intimidándolo- Pero después de todo lo que hemos pasado, es mi familia. Imbécil.

Seguido de eso, tiré todos los papeles, documentos y mapas que tenía su miserable escritorio. Me giré para irme de allí mientras él me gritaba una maldición detrás de mí.

Que se vaya a la mierda.

Regresé corriendo a la habitación casi llorando porque las palabras que había dicho ese hombre no abandonaban mi cabeza. Joel y yo éramos amigos, aunque yo siempre había estado enamorado de él, yo siempre lo había amado en secreto, y si algo le llegara a pasar, me moriría. Él era todo lo que tenía, lo más cercano que tenía a una familia después del Cordyceps.

Joel no me dejaría, él se preocupa por mí, aunque a veces sea algo frío.

Lágrimas traicioneras cayeron por mis mejillas arrasando con todo el dolor que sentía en ese momento, apoyé mi cabeza en mi mano mientras observaba de nueva la radio hasta esperar que sonara.

Un sonido como de computadora me despertó rotundamente, provenía de la radio. Me incorporé de mi asiento, pasmada por las primeras notas musicales, apreté mis puños con fuerza esperando que la canción no sea de los 80's.

Standing there alone, the ship is waiting
All systems are go, are you sure?
Control is not convinced
But the computer has the evidence
No need to abort

The countdown starts

SURVIVING【The Last of Us】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora