Corazón ciego [vhope] ♡

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Después de haberme despedido de Jungkook y haber hecho mi apresurado recorrido a través de los escalones, jale a Yoongi, que a su vez bailaba con un guapo chico rubio en el centro de la pista superior. Me miró como si estuviera loco, y haciéndole señas a su acompañante, nos dirigimos hacía el baño de hombres en la planta baja.
Me aseguré de que no hubiera nadie más que nosotros dentro del cuarto, y cerré con seguro el pomo de la puerta.
 
—¿Qué te sucede Hoba? ¿Acaso se te subieron los tragos? —Pregunto él mientras se dirigía hacía uno de los espejos frente a los lavamanos de azulejos azules y acomodaba algunos mechones de cabello por detrás de sus orejas—.
 
—No pude tomar nada de alcohol —más bien no me quisieron servir nada con alcohol—. Pero ese no es el caso. Tenemos que irnos, ya mismo.
 
—¿Por qué? Acabamos de llegar —Dijo él, señalando lo obvio, mientras yo me sentaba sobre la barra de cemento donde estaban construidos los lavamanos—. Además, yo me la estoy pasando de maravilla.

—Ocurrió un imprevisto —Le mentí, mientras nerviosamente frotaba mis piernas y muslos con las palmas de las manos y miraba hacía todos lados. Yoongi alzó una ceja—.
 
—No sabes mentir bien. Es obvio cuando te pones nervioso, ¿lo sabías?
 
—No estoy mintiendo.
 
—Aquí vamos de nuevo —Me ofreció una mano para bajar de la barra y la tomé, aterrizando inútilmente en el suelo. Me obligó a que lo mirara de frente, poniendo una mano sobre mi hombro derecho y habló —. ¿Podrías decirme que es lo que sucede en realidad?
 
Esperé un par de segundos, mientras rascaba mi nuca y después lo miré.
 
—Me acabo de topar con Doyun allá abajo.
 
Yoongi abrió los ojos como platos mientras me examinaba fijamente.
Yo cerré los ojos, con ganas de que se abriera un hueco en la tierra y me tragara.

—¿Qué? ¿Te has encontrado con él? Pero qué...
 
—Y eso no es todo —Le dije, sin abrir mis ojos aún—. También me he encontrado con un amigo, que resulta ser pariente de Taehyung, y que me informó que él también se encontraba aquí.
 
Abrí los ojos para ver la reacción de Yoongi, la misma que me imaginaba. Tenía los ojos abiertos como platos y la boca ligeramente abierta. Aunque me sentía demasiado nervioso, no me pude resistir las ganas a reírme un poco por su reacción. Él no se inmutó.
 
—¿Estás diciendo que Doyun y Taehyung están en este mismo lugar? Oh santo cielo. ¿Qué harás?
 
—Bueno, por eso fue que te dije que nos fuéramos cuanto antes. No quiero encontrarme con Taehyung, o peor aún, no quiero encontrarme de nuevo con Doyun y Taehyung al mismo tiempo. Eso sería algo muy, muy malo.
 
Yoongi me miró con una expresión de culpabilidad y un aire de maldad a la vez.

—No pongas esa cara. ¿Ahora qué? —Pregunté, sabiendo que él tenía un plan en mente—.
 
—Bueno, me parece correcto que creas que lo mejor sería si nos marcháramos, en vez de enfrentar uno de tus temores más horribles, que son Taehyung y Doyun. Admítelo, darías un paso en la etapa de la evolución.
 
Lo miré como si estuviera delirando, o como si tuviera un pulpo atorado en la cabeza.
 
—No te entiendo. Y créeme, no te quiero entender.
 
Yoongi refunfuño y me miró, sonriendo maliciosamente.
 
—Quédate aquí. No huyas y si te encuentras con Taehyung o Doyun de nuevo, simplemente salúdalos y ya.

—¿Hola? ¿Sigues siendo mi amigo? ¿Estás hablando en serio? —Él asintió inocentemente. Me alejé y comencé a caminar en círculos por la habitación—. Hace diez minutos estaba junto a Doyun y sentí a mis piernas flaquear, ¡Cómo cuando creía que me gustaba! Oh, y después, ¿Hola? ¿Acaso no te dije que Taehyung no me dirige la palabra? ¡No puedo simplemente aparecer por ahí y saludarlo!
 
—Deberías hacerlo, Hoba.
 
—Olvídalo. Fue una tontería pensar que podía obtener un consejo coherente de ti. Me iré por ahí, ¿puedes pedirle al tipo que te dé un aventón a casa? —Él asintió, notablemente feliz—. Está bien, entonces, nos vemos al rato. Te quiero.

Salí del baño con los ánimos por el suelo, bajando la mirada para no tener que mirar a nadie de frente. Tampoco andaba de humor como para tener que lidiar con la multitud en la entrada, por lo que me dirigí hacia la puerta de emergencia del lugar y salí al callejón.

Tenía la fortuna de encontrarme completamente solo, excepto por un chico de algunos veinticinco años, fumando. Su cabello era largo y liso, color castaño y tenía una cicatriz en forma de media luna sobre su mejilla izquierda. A pesar de eso, era increíblemente guapo.
 
Me sorprendió mirándolo, y sonriendo me dirigió la palabra.
 
—¿Quieres uno? —Preguntó con un marcado acento extranjero. Se refería al cigarrillo. Yo solo sacudí mi cabeza y me senté sobre un escalón, mirando hacia la nada—.
 
Nos quedamos sin decir nada por mucho tiempo, tal vez un cuarto de hora, o algo así. Hasta que alguien quebró nuestro silencio no incomodo.
 
Nos volvimos, él en alerta y yo temeroso, para ver a quién habían sacado a patadas del club. Cuál fue mi sorpresa al ver que se trataba de Taehyung, visiblemente ebrio.
 
—¡A mí nadie me saca así de un lugar! ¡Los voy a demandar! —Dijo mientras tropezaba sobre los escalones, cayendo sobre mí. El chico extranjero ayudó a Taehyung a incorporarse y este se alejó rápidamente
 
—. ¿Quién es?
 
—Te estaba ayudando, no quiero hacerte daño —Dijo el muchacho, dándome una mirada de "¿y este qué?" —.
 
— Taehyung, ¿qué rayos hacías ahí dentro? ¿Y Jimin?
 
—¿Hoseok? ¿Eres tú? —Preguntó él, mirando en mi dirección. Sentí una punzada de alivio al saber que me reconocía, aunque estuviera borracho—Sácame de aquí.
 
—Pero, ¿y Jimin? ¿Acaso no se preocupará?
 
—Por supuesto que no—Se tambaleo en mi dirección y lo sujete por los brazos. Susurro en mi oído, su aliento tibio resoplando contra mi piel—. Está por ahí haciéndolo con su novio —Cerró los ojos mientras su cabeza caía sobre mi hombro. Casi pierdo el equilibrio mientras que el chico desconocido me ayudaba con el peso de Taehyung —.
 
—Muchas gracias... Eh...
 
—Tony —Dijo el ofreciéndome una sonrisa. Me presenté y le di la mano libre—.
 
—Bueno Tony, ¿podrías ayudarme a llevarlo hasta mi auto? —Le pregunté, mientras intentaba recordar dónde rayos había estacionado el coche.
Tony asintió, cargándolo sobre su espalda y acompañándome fuera del callejón. Encontramos mi coche a una manzana de distancia y le di las gracias al chico, que descubrí que era francés. Le puse inútilmente el cinturón de seguridad a Taehyung, que se encontraba roncando, y manejé hacia su casa.