El viaje a casa fue más tedioso de lo que había sido la primera vez. Creía que tenía algo que ver con el hecho de que esta vez iba al lado de mis padres. Tomamos un avión hacia Seúl, que duró varias horas, y que en mi punto de vista, parecieron años. Al bajar de avión, mi dolor de cabeza había aumentado y lo único que quería era llegar a mi dormitorio y dormir todo el día. Incluso Taehyung podía esperar. Y claro que lo haría, ya que él se había quedado junto con el resto de su familia, arreglando algunos asuntos de quien sabe qué.
Mamá llamó a un taxi, subimos a él y yo instantáneamente caí dormido, abriendo los ojos una vez que habíamos llegado a nuestra casa.
Nos bajamos del coche, y mientras mamá pagaba la cuenta y papá abría la puerta de la casa, yo simplemente me quede ahí fuera, observando el cambio drástico que había ocurrido desde la última vez que estuve aquí.
Alguien había mandado a poner cristales nuevos, también podaron el pasto e incluso le dieron una pasada de pintura por la pared que daba hacia la calle. Sentí una mano posarse sobre mi cintura y me giré para observar a mamá.—Bienvenido a casa, de nuevo.
Me tomó de la mano y me guió hacia el interior de la casa. Me gustó la vista que tenía. Todo estaba en perfecto estado, como al inicio del verano. Me dio melancolía y por un segundo de verdad quise abrazar a mi madre por el esmero de reconstruir todo de nuevo.
La dejé sola, junto con mi padre para que ellos dos pudieran instalarse y también pudieran descansar, porque tenía la certeza de que ellos estaban más cansados que yo. Subí las escaleras y después entre a mi habitación, a la cual tenía tanto tiempo sin ver.
Me reí y tiré la única valija que tenía al suelo, corrí hacía la cama, aventándome contra ella y cerré los ojos, quedándome dormido.
No tenía idea de cuánto tiempo me había quedado dormido. Solo sabía que estaba muy oscuro y alguien me había despertado llamando por teléfono.
Revise la hora; Diez y media de la noche, ¿quién podría ser? Contesté y saludé.
—¿Bueno? ¿Quién habla? —Pregunté con voz adormilada—.—¿Hoseok? ¿Eres tú? —Una familiar voz masculina preguntó a través de la línea. Rápidamente lo identifiqué. Yoongi —. Oh, yo sé que eres tú. ¡Hobaaaaa! ¿Cómo has estado? Me he enterado de lo que te pasó. Quería ir con tus padres a visitarte allá, al hospital, pero mis padres no me dejaron... ¡Me tenías muy preocupado!
Me rasque la cabeza y bajé la mano hacia mi estómago. Tenía demasiada hambre.
—No te preocupes. Me siento mejor. Solamente tuve una pérdida de la conciencia por varios días... Como un desmayo prolongado. No tendrá repercusiones en el futuro así que, supongo que no fue nada grave.
—Por supuesto que fue algo grave. Pusiste tu vida en juego. ¡Oh! Te juro que muero por verte. Te compré un pequeño obsequio y uh... sé que es algo tarde pero, tal vez podríamos salir hoy y...
—Créeme, también yo muero por verte, pero sinceramente me siento cansadísimo. Tal vez mañana... ¿Qué dices?
—Por supuesto. ¿A las tres?—Claro que sí. Nos vemos. Te quiero, adiós —Yoongi colgó.
Me quedé acostado un rato más, hasta que los gruñidos de mi estómago se hicieron cada vez más fuertes. Me levanté y me saque la ropa arrugada, solo para después envolverme en una sábana. Abrí la puerta y bajé las escaleras de dos en dos.
Extrañamente, las luces estaban ya apagadas y no había ni un solo ruido en el aire. Decía esto porque, generalmente, papá y mamá se iban a dormir más tarde, y no tan temprano. Decidí no prestar atención y caminé hacia la cocina.
Abrí el refrigerador y tomé un jugo y un par de galletas frías. Cerré la puertita y me giré, aventando las cosas al suelo.
Porque alguien estaba parado en el marco de la puerta.
Y me estaba mirando, justo a mí.
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Corazón ciego [vhope] ♡
FanfictionSe solicita niñero con o sin experiencia, con mucha paciencia y ganas de trabajar. -No importa, yo quiero el trabajo, sus hijos estarán en buenas manos. -Verás Hoseok... Quiero que cuides a mi hijo de 22 años. -¿Eh? Es decir ¿Qué?... Esta historia...