|21|¹

1.2K 191 4
                                    

Al final, la estancia en casa de Yoongi se prolongó más de lo planeado. Vimos un maratón de American Horror Story mientras discutíamos sobre lo hermoso que era Evan Peters y si alguna vez querríamos tener un novio tan sensual, aunque muerto. Yo decidí que prefería al mío. Salí de su casa en la madrugada, y al llegar a la mía, ni siquiera pude pegar el ojo. Un cardumen de ansias, emoción y terror se anidaban en el interior de mi estómago, obligándome a que solo pudiera descansar durante tres horas.
 
Me levanté a toda prisa a las siete de la mañana, corriendo hacía el baño y ganándole el tirón a mis padres. Dejé reposar el agua hasta que estuviera templada y me desnude, acercándome al espejo y vislumbrando mi cara. Me veía más contento, más emocionado. Más enamorado. Y estaba feliz por eso.

Me di un baño rápido, y después de haberme secado, agarre un overol con una camiseta a rayas y unos converse en color negro. Me cepille el cabello dejandolo como todas las mañanas pero me habia esforzado, logrando el aspecto relajado y casual. Estaba bien, quería andar cómodo porque sinceramente no sabía cuánto tiempo tendría que estar en la sala de espera. Llevé mi mochila donde eché un sándwich, envases de agua y jugo de naranja y mi dinero, despidiéndome de mi madre que cocinaba el desayuno en la cocina y tomando mis llaves, saliendo de casa y conduciendo hacía el hospital.
 
Tenía la fortuna de que no hubiera nada de tráfico a esa hora. Me estacione cerca de la clínica y caminé con paso apresurado, disfrutando del aire veraniego que chocaba contra mi rostro. Sería cuestión de tiempo antes de que pudiera volver a hacer lo mismo.
 
Caminé y caminé, entrando a la sala de espera. Era bastante grande y lujosa, pero rápidamente pude localizar a Suni, Namjoon y a otro muchacho castaño, alto y muy bien parecido que no reconocí. Me acerqué a ellos, sentándome a su lado.

—Hola. ¿Cómo están?
 
—Muy bien, gracias —Contestó Namjoon por los tres. Me sonrió—. Hoseok, quiero presentarte a alguien. Éste es Jin, mi hermano mayor. 
 
—Oh, por supuesto. Hola, yo soy Hoseok.
 
—El novio de Taehyung, ¿No? Desde que llegué a visitarlo eres en la única cosa que habla. Tiene suerte, ¿sabes? Eres más bonito de lo que pensé.
 
Me sonroje un poco y le devolví media sonrisa.
 
—Gracias, pero creo que aquí el único con suerte soy yo —Reí, acompañado por él y después, sin ser grosero me giré hacía Suni.
 
—Suni, ¿Cómo va Taehyung?
 
—Lo acaban de meter a la sala —Contestó, mordiendo su labio—. Tardarán como máximo dos horas, pero necesita reposar. Hoy mismo lo dan de alta y nos lo llevaremos a casa, para luego quitarle las vendas.p

Me acerqué a ella tímidamente, colocando una de mis manos sobre la suya.
 
—No te preocupes, todo irá bien.
 
Suni me sonrió de lado y contestó.
 
—Gracias, Hoseok.
 
Las dos horas se pasaron volando. Un doctor nos informó que tendríamos que esperar otras dos horas más, antes de poder darlo de alta. También le dio instrucciones a Suni de volver a traer a Taehyung en una semana, para poder quitarle las vendas y comprobar si finalmente había recuperado su vista. Ella asintió y pasó a la sala para poder ver a su hijo dormir.
 
Me quedé dormido en el hombro de Namjoon, mientras el lugar se iba llenando poco a poco. Jin nos despertó a mí y a su hermano, informándonos que ya era hora de irnos. No pude ver a Taehyung, por que me dirigí hacía mi carro, con Namjoon acompañándome para que no me fuera solo. Un gesto muy gentil de su parte.

Conduje en silencio hacía la casa de Suni, un tanto nervioso y un tanto feliz. La cirugía había sido un éxito, pero todavía teníamos que ver los resultados. Llegamos y yo bajé a toda prisa, corriendo para encontrarme con Suni y Jin. Namjoon ayudó a bajar a Taehyung y mientras hacían todo el traslado al cuarto de arriba, yo me quedé volando en las nubes.
 
Taehyung tenía parches sobre sus dos ojos, y su cara se veía más pálida de lo normal. No sé porque verlo así me daba remordimiento; Tal vez porque los parches eran un recordatorio de su discapacidad, discapacidad que solía olvidar cuando estaba a solas con él.
 
No podía esperar a que se recuperara. Moría literalmente por que sus ojos y los míos pudieran enlazar finalmente. Quería observar su nueva mirada y enamorarme de nuevo.
 
Aunque por alguna extraña razón, algo en mi corazón me decía que no sería así.

Corazón ciego [vhope] ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora