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Sinceramente, yo no quería que este día acabará nunca.
 
Después de que Taehyung y yo nos estuviéramos ensuciando en la hierba durante una hora o más—Yo me quedé dormido—, lo llevé de la mano hacía el puesto de comida más cercano que encontramos.
Él compró un algodón de azúcar gigante y yo solo una soda de naranja. Cuando acabamos, le sugerí que podríamos ir hacía el trampolín, pero él se negó y comenzó a dar bostezos rápidamente. No eran ni las ocho de la noche cuando ya estábamos debajo de la rueda de la fortuna esperando a Jimin y a Jungkook.
 
El camino de regreso a casa fue más lento de lo esperado. Ninguno de los cuatro decía nada, solo escuchábamos con atención la radio.  Jimin dejó a Jungkook en su casa y después los tres nos dirigimos hacía el hogar de Taehyung. Al llegar me di cuenta que la señora Kim aún no estaba ahí.

Nos bajamos sin prisa del automóvil. Taehyung y yo apoyamos nuestras espaldas contra las puertas del auto, él cruzando sus brazos por delante de su pecho y yo cerrando con fuerza mis ojos. Jimin, en frente de nosotros dos, fue el primero en hablar.
 
—¿Y qué tal? ¿Se divirtieron? —Preguntó él mientras bostezaba y sacudía la tierra de sus ligeros Vans blancos—.Yo solo asentí con la cabeza. Taehyung habló.
 
—No realmente. Podría habérmela pasado mejor acostado en mi cama todo el día —Dijo él y Jimin bufó.
Abrí mis ojos para mirarlos mejor—.
 
—Hermano, no seas amargado —Jimin sonrió y le dio una palmada amistosa en el hombro a Taehyung —.
 
—Ya lo sé Taehyung, ¿por qué no simplemente admites que te divertiste tanto como nosotros? —Añadí. Taehyung giró su cabeza en dirección a la mía y abrió bien sus ojos.

«Sus hermosos ojos que no pueden verme» Recordé—.

—¿Cómo ustedes? —Preguntó divertido y después lanzó una carcajada. Jimin lo miró y sacudió su cabeza—. Los únicos divertidos ahí fueron este—señaló a Jimin —, y Jungkook, en cambio tú anduviste gritando como gallina por todos lados. ¿O tengo que recordarlo?
 
—Vale, tú ganas —Le respondí, vencido. Él sonrió burlescamente mientras dirigía su vista hacía otro lado y se alejaba del coche, caminando hacía su casa. Jimin lo acompañó, por miedo a que Taehyung se tropezara, pero este se negó diciendo que conocía perfectamente el camino para llegar hasta su cuarto. Se despidió de él y cerró la puerta detrás de sí—.
 
—¡Hey Jimin! —Le grité desde la banqueta. Él hizo un gesto con su cabeza como de "¿qué sucede?". Le respondí—. ¡Tengo que irme! ¡Ya es tarde!.
Me dirigí hacía mi coche y me subí en él. Bajé la ventana del copiloto—. ¡Nos vemos el lunes! Creo. ¡Adiós!

Encendí el carro y la calefacción después de haberle subido a las ventanas. Hacía un poco de frío, pero ya que no llevaba una ropa muy abrigadora, quería evitar a toda costa una gripa o alguna enfermedad en la garganta. Conduje hasta mi casa.
 
Al llegar, ninguna luz estaba encendida. Me pareció tan raro, ya que mis padres deberían de haber estado en la casa desde hace un par de horas. Me estacione en la cochera, me bajé del carro y después abrí silenciosamente la puerta de la entrada. Nada. Todo estaba oscuro y bañado en silencio.
 
Caminé escaleras arriba, hacia el cuarto de mis padres. No pensé en tocar, ya que probablemente no estarían. Pero abrí la puerta y vi un bulto tendido en la cama. Me asusté tanto que lancé un gritito y encendí las luces rápidamente. Mamá se levantó prácticamente volando y después me miró confundida. Yo le devolví la misma mirada.

—¿Mamá? ¿Qué hacías dormida a las nueve de la noche? —Pregunté levantando mis cejas hacia ella. Ella pasó las manos por su cabello despeinado y me volvió a mirar—.

—¿En serio son las nueve de la noche? Podría haber jurado que era más tarde —Su cabeza giró hacía el reloj a un lado de su cama—. Qué extraño.
 
—Uh. ¿Y papá? —Le pregunté, cambiando de tema. Ella frunció el ceño—.
 
—Es algo complicado —la miré confundido—. Técnicamente no podía decirte nada hasta mañana en la mañana, pero ya que ando demasiado cansada como para contestar las preguntas que de seguro me harás, te lo diré; —Guardó silencio un momento y después me miró, incómoda. Suspiró
—Hoseok, ¿a quién crees que iremos a visitar el día de mañana? —Preguntó sin ánimos. Levanté y bajé mis hombros—. Oh, pues bueno. No vayas a enojarte, ¿de acuerdo? —Asentí—. Iremos a visitar a la abuela. ¡Sorpresa!
 
En serio, ¿esto me está pasando a mí? 

Corazón ciego [vhope] ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora