CAPITULO 8

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Pov Vega

Desperté en un lugar cómodo, lo se por que las sabanas se sienten suaves, se siente bien no tener pesadillas alfín una noche de paz, no se cual es la razón pero se siente hermoso, ya me había olvidado cuando fue la ultima vez que no tuve pesadillas, creo que esta es la primera...

Esperen ¡¡¡esta no es mi cama!!!

Abro los ojos de golpe, sin saber por que estoy aquí, solo recuerdo haber jugado, gane, el señor Joseph me llevaba a casa y... y de ahí nada.

- alfín despertaste, buenos días linda.- dice una, entrando por la puerta, voz masculina que reconozco muy bien es el profesor Joseph, trago saliva duro y volteo a verlo con las mejillas ligeramente sonrosadas.

-b-buenos d-días.- diablos por que tengo que tartamudear.

- no pensé que despertarías pronto la verdad, pero te traje el desayuno.- me dijo con una sonrisa en el rostro, por Dios ¿no puede sentir un poco de mi vergüenza? Nose bien que paso anoche pero por favor no creo que sea algo normal ¿despertar en una casa que no conoces, un cuarto que tampoco conoces, en una cama que ni de lejos conoces con tu profesor ofreciéndote el desayuno?

-si no le molesta...- dije más como pregunta, mirándolo fijamente, a lo que negó.- ¿que hago aquí? y ¿que hoya es?- pregunté dudosa.

Pov Joseph

-que haces aquí; pues te dormiste ayer y como no me dijiste donde vivías te traje aquí y la hora;- mire mi reloj.- son las 7:28- respondí y creo que la sorprendió pues se levanta de golpe, pero al hacer su gorro se le sale... Su cabello es... Es hermoso; es blanco como la nieve, su rostro, ahora descubierto, es de un tono leche, y sus ojos... sus ojos son grises; como el cielo en un día nublado, la miro con asombro es bellísima sus facciones son similares a las de una actriz ¿como se llamaba?... Aaaa Livia Brito pero ella es mas hermosa.

Sigo con cara de embobado, ella pestañea buscando ver mejor, pero al no lograrlo busca sus lentes, lo encuentra encima de la mesita de noche y se los coloca.

-¿que usted no trabaja?- me devuelve a la realidad, a lo que elevó una ceja.- ¿no piensa ir a dar clases hoy?- me aclara, a lo que tomo sentido, verdad, se supone debería estar yendo al trabajo.

- ahhh cierto, bueno entonces tu también deberías ir ¿no?- estaba por reprochar pero la interrumpi antes de que respondiese .-compre ropa para ti, no sabia que talla eras pero quizá este te quede bien.-le aclare mientras le entregó la ropa; unos vaqueros negros sueltos de la rodilla práctica abajo; una blusa blanca medio suelta medio ajustada; una chaqueta de mezclilla negra y amm ropa interior.

-no debió molestars...- no la deje terminar.

- no es molestia, bueno te espero abajo.- dije mientras salía pero antes de estar por completo afuera me dice en un susurro "gracias" aunque creo que lo imaginé pero por si, asiento a modo de respuesta.

Salí de ahí, ahora que lo pienso, no creo que le guste la ropa, por lo que vi los otros días ella utiliza pura ropa holgada lo que yo le di no es holgada pero tampoco es lo que usan la mayoría de las adolescentes pubertas.

Tras unos 15 minutos bajo; se veía hermosa, esa ropa resalta sus curvas; sus caderas no eran grandes pero tampoco eran pequeñas, tenia el tamaño perfecto, su cintura es de avispa pequeña lo que hacía resaltar más las curvas; su pecho tenía la misma medida que sus caderas ni tan grande ni tan pequeñas, perfectas, ella es perfecta, tenia el pelo recogido en una trenza francesa despeinada, se escapaban mechones, simplemente hermosa.

- bueno- se aclara la garganta-¿nos vamos?- pregunta sacándome de mi ensoñación.

-si, si, vamos.-dije apartándome para que saliera primero, y así lo hizo, mientras salía pude observar sus glúteos; redondos y grandes perfecto, todos de ella es perfecto.

Le abrí la puerta del copiloto y subió, di la vuelta al auto y me subí abrochandome el cinturón, sin mas me dirigí al colegio en un silencio Cómodo.

Llegamos, me desabroche el cinturón después de ella.

- Muchas gracias, por todo.- me dijo a lo que le di una sonrisa.-amm no se como pagarselo.- me dio una mirada triste pero para mi fue tierna.

-no es nada, no te preocupes.- respondí con una sonrisa.- y lo del pago quisiera que me tutearas- le dije, estaba por objetar.- yyyy una cita.- le dije, a lo que me miró con sorpresa, la mire con tristeza y desesperación, por que parecía que se iba a negar, a lo que me da una mirada tierna.

-esta bien, pero ya entremos que se hace tarde señ-Joseph- se corrigió, mi nombre en sus labios suena hermoso.

Sin mas entramos cada uno a sus respectivas clases.

Mi AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora