No sé engañen con el título. Acá sólo habrá historias romanticas-eróticas cortas NaruHina.
Y si quiero y puedo de algún otro Shipp.
Serán historias de un capítulo, dos capítulos, tres capítulos etc.
Cada historia tendrá:
Una portada
Un prólogo
y un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Me desperté y estaba de mi lado, las cortinas corridas, el sol aún no salía por completo, pero rosas y naranjas comenzaron a asomarse en el horizonte, prometiendo un día soleado en el rancho. Fue hermoso.
Observé a Naruto que todavía dormía y me fijé en su paz relajada, la forma en que su cuerpo seguía siendo tan duro y masculino a pesar de que estaba tranquilo en este momento.
Agarrando una manta liviana que estaba sobre una silla junto a la cama, la envolví alrededor de mis hombros. Me quedé allí un momento y miré por la ventana, sintiéndome tan a gusto. Nunca me había sentido tan cómoda o... en casa en algún lugar en toda mi vida. Pero cuando volví a mirar por encima del hombro a Naruto, supe que finalmente había encontrado el lugar al que pertenecía. Finalmente encontré mi hogar.
Dejé escapar un suspiro de satisfacción y sentí que una sonrisa se extendía por mis labios.
Salí en silencio de la habitación y me dirigí a la cocina, tomé un vaso de agua y me acerqué al gran ventanal de la sala de estar. A pesar de que todavía era muy temprano, no habría podido volver a dormirme. Sabía que Naruto se levantaría para comenzar su día en cualquier momento. Esta era la vida en la granja, el trabajo duro... lo que significaba amar lo que hacías y convertirlo en algo más.
"¿Hinata, bebé?" El sonido de la voz ronca y ligeramente soñolienta de Naruto interrumpió mis pensamientos y me giré para verlo de pie allí con una pequeña sonrisa en su rostro. "¿Estás bien?" Se pasó la palma de la mano por el ojo y luego la deslizó hacia arriba para hacer hacía atrás su cabello.
Antes de que supiera lo que estaba haciendo, Naruto estaba justo frente a mí y me atrajo para abrazarme. Me derretí contra él y sonreí a pesar de que no podía verme. Dios, se sentía tan bien ser sostenida por él.
"Me siento tan malditamente feliz", susurró.
"Yo también", susurré de vuelta.
Se echó hacia atrás y tomó mi rostro entre sus manos, su expresión casi como si se sintiera eufórico. ¿O tal vez estaba proyectando mis propios sentimientos sobre él, sobre esta situación?
"¿Es una locura o demasiado rápido si digo que no te dejaré ir, que no puedo?" Pasó sus dedos por mis mejillas. "¿Es una locura decirte que siento que estás destinada a ser mía?" Se inclinó y me besó suavemente en los labios.
"Si es una locura", susurré, "entonces soy tan loca como tú, porque siento lo mismo."
Su sonrisa era cegadora y, antes de que me diera cuenta, Naruto me estaba besando apasionadamente, consumiéndome y reclamándome en todos los sentidos. Me levantó sobre el mostrador, separó mis piernas moviéndose entre ellas y dejé que la manta cayera al suelo.
