Mi libro de historias bíblicas ||NaruHina||

🐖Twenty seven - 4/4🐖

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Todavía estoy de un humor excepcional cuando llego al vestíbulo del edificio de Hinata.

"Maldita sea, Tonton. ¿Estás viendo esto, amigo?" Susurro con asombro, mis ojos examinan mi entorno. El suelo de mármol está tan pulido que Tonton sigue resbalándose, así que simplemente lo levanto y lo llevo en un brazo.

El mostrador de recepción está vacío, pero veo al guardia de seguridad de turno. Es un hombre grande y con un poco de panza, pero todavía no es alguien con quien nadie quiera meterse.

Su frente se arruga y frunce el ceño ante su teléfono mientras se dirige al ascensor. Corro hacia él y ambos dejamos escapar miradas idénticas de frustración cuando descubrimos que está fuera de servicio.

Al verme hace un momento, gira sobre sus talones y me mira. Su placa dice Asuma, así que le lanzo una sonrisa.

"Hola señor. Buenas noches. Soy Naruto Uzumaki. Mi novia todavía trabaja en el tercer piso. Esperaba subir a recogerla. Tengo mi identificación aquí."

Sin embargo, parece distraído y sus ojos se ponen vidriosos cuando sigo hablando. Asuma simplemente me hace un gesto para descartar las formalidades. "¿Quién es tu novia? Estoy en camino al tercer piso ahora mismo"

"Perfecto. Su nombre es Hinata. Ella es gerente en..."

Su confusión momentánea se aclara y veo fuego detrás de sus ojos. ¿Que está sucediendo?

"Bien. Síganme."

Nos dirigimos hacia las escaleras, él agarra su garrote hasta que sus nudillos se ponen blancos. Está semi-corriendo y tengo que seguirle el ritmo mientras me aseguro de no dejar caer a Tonton, que ya se está retorciendo y dejando escapar ruidos de incomodidad.

"Tu novia me llamó hace unos minutos y me pidió que la viera. Vi a un hombre allí arriba con ella. Creo que su nombre es Ibaki Ibiki o algo así. Ella podría estar..."

No le dejo terminar. El horror me invade. Empujo a Tonton hacia él y subo las escaleras de dos en dos. Mi pulso late en mis sienes y una ira que nunca antes había sentido hace que mi estómago se revuelva. Mi sangre se congela y el alambre de púas se enrolla en mis entrañas.
No soy alguien violento, pero no puedo esperar para ponerle las manos encima a ese cabrón. Esta vez se dará cuenta de que la cagó en grande. Nadie asusta así a mi nena y sale ileslo.

Cuando llego al tercer piso, él está golpeando sus puños afuera de su puerta. Comprobando las cámaras de seguridad, corro hacia él. Está tan preocupado por Hinata que no se da cuenta de que hay alguien más.

Agarro la parte de atrás de su cuello y lo golpeo contra la pared. Se pone de pie y echa el brazo hacia atrás. Sus ojos son maníacos y enloquecidos, y no estoy seguro de que esté mentalmente aquí. Me quedo allí mientras él me lanza un puñetazo en el pecho, sin molestarme en esquivarlo o tratar de protegerme.
Ese intento de lastimarme es tan tonto como el mismo tipo.

"¿Esta es tu mejor golpe, amigo? Mírame. Déjame mostrarte cómo hacerlo realmente.''

Su postura corporal se relaja y sus cejas se juntan. Es como si no supiera de qué estoy hablando, así que se lo muestro.
Es el sonido de su nariz rompiéndose lo que finalmente lo logra. Aulla de dolor, cae al suelo y trata de detener la sangre que gotea de su nariz. Escucho débilmente los pasos de Asuma detrás de mí, y en el momento en que me giro, Hinata se arroja a mis brazos.

Mis brazos la rodean para abrazarla y entierro mi rostro en sus mechones sedosos. "Todo está bien ahora, cariño. Estoy aquí. No dejaré que nadie te lastime. Te prometo que..."