No sé engañen con el título. Acá sólo habrá historias romanticas-eróticas cortas NaruHina.
Y si quiero y puedo de algún otro Shipp.
Serán historias de un capítulo, dos capítulos, tres capítulos etc.
Cada historia tendrá:
Una portada
Un prólogo
y un...
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Lunes por la mañana, e Itachi miró por la ventana de su empresa con vista a la ciudad. No había nada como un fin de semana de sexo bueno para hacerlo sentir vivo. Hinata lo había sorprendido muchísimo. Después de conseguir una caja de condones y haber comprando comida china, la había encontrado en una bata, sentada en el sofá. Les había servido a ambos un gran vaso de blanco vino.
Al principio, había intentado fingir que no había pasado nada entre ellos. Él no permitiría que ella se saliera con la suya.
"¿Como van las cosas con Hinata?" Preguntó Shisui, irrumpiendo en su oficina.
Itachi frunció el ceño mientras miraba hacia su amigo. "Las cosas van mejor de lo que planeé". Cruzó sus brazos en su escritorio, no pudo evitar sonreír. "Tuvimos una muy buena cita el fin de semana."
"¿Una cita muy buena?" Preguntó Shisui.
"Ella es como el fuego, y tengo que decir que me atrapó en el". Disfrutó cada segundo de su cita. Al principio, había temido que fuera era aburrida, pero toda la noche, comieron y conversaron. "Ella no es como su padre".
"Duh, ella no es un clon de Hiashi".
"Ni siquiera creo que a ella le importe el negocio de su padre. Está más interesada en tener una vida normal".
"¿Te dijo que su padre era rico?" Preguntó Shisui.
"No. Creo que prefiere ocultar ese hecho. Para evitar a los interesados."
"¿Te arrepientes de tu decisión?" Preguntó Shisui.
"No." Hubo punzadas de culpa que tuvo todos los demás día. "Tengo trabajo que hacer. Vete ya".
"Sabes, Hyuga no ha dicho nada sobre ti en el periódico".
"¿Qué quieres decir?" Preguntó Itachi.
"Dio un discurso de agradecimiento. Quizás deberías verlo". Shisui abrió su maletín y se lo entregó. Itachi lo tomó y se burló de la portada. "Oye, cuando pienso en los últimos diez años, él no te ha mencionado ni una vez. ¿No crees tu rivalidad solo está en tu cabeza?"
"Shisui, caete por las escaleras, por favor".
"Ah, no quieres eso. Somos mejores amigos, no eres nada sin mí".
Itachi se rió y miró el periódico.
«Solo quería decir que las acciones que adquirí con Mei Terumī están en buenas manos. Siempre ha sido un deseo mío tener una froma de modelos. Mi esposa, que descanse el alma, tuvo un sueño y yo esperaba ayudarla a realizalo. Tristemente tuve la oportunidad de hacerlo casi diez años tarde. Me aseguraré sin falta de que haya una nueva ola de modelos dentro de la industria, y demostrar que la belleza de un mujer está en todas partes.»
