La emperatriz (Claude x tu)

-[•8•]-

Ya habia pasado una semana de la tortura de Diana, aun faltaba una semana mas y ella sentia que ya habia pasado.

Dia y noche se divertian, no la dejaban descansar.

Diana estaba muy cambiada a cuando fue llevaba, cuando la dejaron estaba muy limpia, con maquillaje, ropa limpia.

Pero ahora estaba con su vestido roto, su cara sucia, su pelo enrredado y sucio, y mas cosas feas que te pudieras imaginar.

Mientras tanto, la familia imperial estaba feliz.

Feliz de estar juntos.

No habia ningun dolor de cabeza presente y podian disfrutarlo en familia. Anthia se habia olvidado de la existencia de Diana.

Al igual que Claude.

La familia estaba almorzando mientras escuchaban a los pequeños contar como les fue en el dia.

-Y Amalia se cayo en el pasto luego de saltar una roca -dijo su gemelo Astrid riendose.

Amalia se puso roja de la verguenza y le pego en el hombro.

-¡Pero no lo digas asi, idiota! -dijo enojada.

Pero al recordar el momento en el que se cayo le hizo reire, a lo que tambien se le unio su hermano mayor, Ronald.

-Me alegra saber que se divierten sobre esos momentos -dijo Anthia feliz

Feliz de ver como sus hijos eran buenos con ellos mismos, no le gustaria que pasara lo mismo que con Claude.

No queria que tuvieran rivalidad y se maten por el trono.

Siguieron hablando normal y con risas, hasta que un guardia llego.

-Disculpe majestades, lo que necesito decirles es urgente -dijo haciendo reverencia

-Dime, que sea importante como para interrumpir mi tiempo en familia -dijo Claude enojado y sus ojos brillando intensamente.

Sin mencionar la pequeña vena que se le marco en su frente.

El guardia sudo frio y hablo rapidamente.

-La señorita Diana ha intentado escapar de la prision subterranea, por suerte, los guardias la han atrapado, pero la escuchamos decir cosas de su familia y esposa -dijo el guardia con mirada baja.

En el lugar, se dejo de sentir ese calido ambiente para sentir un aura muy fria y amenazante. Era Claude.

Sus tres hijos, incluido Astrid, tambien se pusieron asi.

Anthia lo dejo, no hizo nada para detenerlos.

En poco tiempo, ellos cuatro ya estaban en la puerta de la prision subterranea, donde se encontraba Diana siendo torturada.

Los niños se pusieron algo en su cara que tapa su nariz y boca, para no oler el horrible olor que habia ahi.

Entraron y al verlos los prisioneros, guardias y los que estaban torturando a Diana, se pararon para hacer una reverencia.

-Gloria y paz a la familia de Obelia, la familia imperial -dijeron al mismo tiempo

Claude y sus hijos se acercaron a Diana, menos Amalia.

Ella y Anthia se quedaron en el mismo lugar a hablar con los prisioneros. Quienes le respondian con respeto y felicidad.

-¡Su majestad! ¿Vino aqui para sacarme verdad? Sabia que no iba aguantar tenerme lejos -dijo Diana con una sonrisa queriendo agarrar la mano de Claude.

-No me toques con tus sucias manos.

Los ojos de Claude brillaron intensamente.

-¿Que? -Diana estaba impactada.