Capitulo 7 - Secuestro

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Nos encontrábamos ahora mismo a puertas de un nuevo juego. En este caso había un edificio de unos cinco pisos aproximadamente, parecía que era ese tipo de viviendas, donde era más que todo un cuarto para personas que viven solas.
No podría saber cuantos cuartos cabrían ahí si no los cuento, son demasiados.

Esta vez con nosotros ya estaban Chota y Shibuki, que hoy se les vencía su visa.
Chota aunque seguía doliéndole mover su pierna, si podía mantenerse de pie. Sinceramente al ver la estructura del edificio me daba un mal presentimiento traerlo, más porque ello me decía que sería de fuerza física.
Solo esperaba poder sacarlo con vida de esta, sino lamentablemente tendríamos que avanzar sin él.
Aparentemente los chicos también tenían el pensamiento de proteger a Chota, más no sospechaban del juego aún.

—Vamos chicos, es momento. —Les dije.

Tomé la mano de Chota para ayudarlo a subir un poco las escaleras, aunque esté ya podía caminar algo mejor. Al parecer esa charla que tuve con él sobre esforzarse por permanecer juntos sirvió, porque desde que se le revitalizó el ánimo, su estado físico mejoró más.

Al subir, pasamos por los láseres rojos, los cuales no se veían, pero yo sabía que estaban ahí. El destacado "Tin" que anuncia que un nuevo participante ingresaba resonó en la entrada.

—¿Crees que consigamos un doctor? —Preguntó Karube.

—Mmmh, tengo un deja vu al respecto. —Le respondo. —Esperemos se logre. —Volteó un poco para verle y le sonrío.

Los cinco nos aproximamos a tomar nuestros celulares, de modo que procede el escaneo facial.

Dependiendo del juego debo emplear todo lo que él me enseñó y crear una estrategia. De otro modo dudo que nosotros siendo un grupo tan grande sobrevivamos.

Mientras me recuesto al igual que los otros cinco, decido mirar al frente, para visualizar la competencia que tenemos, y veo una silueta bastante familiar. Un chico con una capucha blanca Nike, bastante fina a decir verdad. Me intriga el hecho de reencontrarnos de este modo. Puedo ver que está inmerso en sí mismo, y sin poder controlar mi instinto de curiosidad humano, dejo a un lado a los chicos para acercarme a él. Puedo ver como los chicos me ven desconcertados, en especial Arisu y Karube, pero mi curiosidad es mayor, por lo que solo les volteó la cara y me aproximó donde el chico. Al llegar me coloco a su lado, me recuesto en la pared y procedo a hablarle.

—Hey, nos volvemos a ver.

Pero no oigo respuesta.

Dios, que vergüenza.

Me puse más que colorada, estaba totalmente avergonzada. Ni siquiera quería voltear a ver a los chicos.
Decidida, decidí inclinarme como en busca de su rostro, cosa que por fin él pareció notar, y se apartó un poco. Pude ver unos cabellos blancos, y un semblante serio. Sin embargo la capucha no deja a ver por completo su rostro.

Cuando se percata de mi presencia veo que pose su mano en su ¿nuca? Veo como se saca un audífono.

Mierda, por eso no me oía.

—¿Perdón? ¿Que deseas?

No tuve tiempo de responderle, porque en ese instante sonó la alerta del juego, que indicaba que se cerraban las inscripciones.

—Me pregunto qué juego será esta vez. —Me digo a mi misma. —Espero no sea de picas...

—Mmmh, es curioso que Justo digas esa categoría. —Escucho que me dice. —Quizá podamos llevarnos bien. —Veo que se quita sus audífonos y los guarda en el bolsillo. —Será un grato juego.

—Jugadores, estamos por comenzar.

Observó expectante las indicaciones del juego.

—Juego:
Dificultad: Cinco de picas.
Reglas: Encuentren la marca en el tiempo límite estipulado sin que la cosa los atrape. Al cumplirse el tiempo el edifico explotará.

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