Capítulo 46

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A diferencia de la última vez que estuvo aquí, Harry estaba increíblemente emocionado por venir a Gringotts a negociar su contrato de compromiso, hasta el punto de que incluso Sirius le ponía los ojos en blanco mientras prácticamente rebotaba en su asiento, esperando a que Griphook y Ragnor los hicieran pasar. Al principio, Harry había cuestionado la presencia de Sirius y Charlie en la reunión, pero Severus le había explicado que, como padrino de Harry, Sirius tenía un gran interés en asegurarse de que el contrato fuera justo para Harry y, puesto que Harry tenía a alguien de su lado, lo lógico era que Severus tuviera a alguien del suyo.

-¿Pero por qué no teníamos a nadie con nosotros la última vez?- preguntó Harry.

-¿Quieres decir aparte del hecho de que Sirius estaba en Azkaban entonces?-. replicó Severus con una sonrisa burlona. -También está el hecho de que tu tutor en aquel momento, y la persona que te habría defendido, era Albus Dumbledore, la razón por la que estábamos consiguiendo un contrato de esponsales secreto en primer lugar-.

-Ah, sí-, sonrió Harry, -me había olvidado de eso-.

-También está el hecho de que los contratos de esponsales son menos formales que los de compromiso-, continuó Severus. -No son tan vinculantes como los de compromiso y a veces quedan en nada, por eso no siempre es necesario que la gente tenga a alguien que represente sus intereses. Se supone, sin embargo, que un contrato de compromiso se cumplirá, y sólo las circunstancias más extremas permitirán que se rompa, por lo que suele considerarse prudente tener a alguien a mano que se asegure de que los contratos son justos-.

-Exactamente, señor Snape-, coincidió Griphook. -Es por lo que en Gringotts insistimos en la práctica, de hecho, no sea que alguien intente ser lo bastante estúpido como para utilizar la idea de un contrato injusto como razón para romper las cosas-.

Harry se quedó estupefacto. -¿La gente ha intentado eso en el pasado?-.

-Desgraciadamente, sí-, respondió Griphook. -Fue doblemente molesto, ya que el caso tuvo que ir al Wizengamot para ser escuchado, ya que era sólo la palabra de un cliente contra la de otro. Afortunadamente, el caso fue anulado muy rápidamente, pero es por eso que ahora tenemos una política de tener a terceros presentes para evitar que algo así vuelva a suceder-.

-Bueno, al menos eso no debería ser un problema con nosotros-, sonrió Harry.

-No importa, señor Potter-, dijo Griphook. -Si ustedes caballeros quieren seguirme-.

Los hombres fueron conducidos al interior de una habitación similar a la que Harry recordaba de antes y se acomodó a un lado de la gran mesa con Griphook y Sirius a su lado mientras Ragnor, Severus y Charlie se sentaban al otro.

-Ahora-, comenzó Griphook, -este contrato seguirá en su mayor parte las mismas líneas que el contrato de esponsales, pero obviamente entraremos en un poco más de detalle para asegurarnos de que no haya problemas de cara al futuro, con la esperanza de una unión feliz y fructífera entre ambas partes. En primer lugar, consideremos la duración del contrato-.

-¿Te refieres a cuándo nos casaremos Severus y yo?- preguntó Harry y Griphook asintió. -En ese caso quiero que termine lo antes posible-.

-Tenemos que tener en cuenta tus exámenes, Harry-, señaló Severus. -Además no podemos casarnos legalmente hasta que tengas 16 años-.

-Un año entonces-, dijo Ragnor, haciendo una nota en su copia del documento, -y asumo que mantendrás el nombre Potter-Prince-.

-Bueno, la última vez me informaron de que tenía que ser así-, resopló Harry.

-Muy cierto-, gruñó Sirius.

-Bien, bien-, sonrió Griphook. -Entonces tenemos que pasar a las finanzas. En primer lugar, ¿va a haber dote o precio del novio?-.

THE PRICE OF FREEDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora