Capítulo 53

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El resto del trimestre transcurrió con bastante rapidez y, entre las clases, el repaso y el quidditch, Harry se encontró notablemente ocupado. Seguía intentando escribir a Severus todas las semanas, aunque a veces se retrasaba un poco debido a su horario de repaso. Hermione, Theo y algunos Ravenclaw se habían reunido y habían preparado uno para todo el curso, al parecer intentando ver si podían maximizar el número de aprobados. Resultaba práctico, ya que ahora tenían zonas de estudio dedicadas con gente de distintos niveles, de modo que algunos de los mejores estudiantes en las asignaturas podían ayudar a algunos de los que tenían dificultades. A Harry le pareció una idea brillante, pero ya había sido bastante difícil obligarles a dejar paso a su entrenamiento de quidditch, así que sabía que no podía cambiar nada por escribir una simple carta. Por suerte, Severus lo comprendió y, de hecho, se sintió impresionado de que Harry se tomara sus estudios tan en serio. Sin embargo, Harry seguía sintiéndose un poco culpable y por eso quería agasajar como era debido a Severus el fin de semana de Hogsmeade.

Harry no perdió el tiempo y se dirigió directamente a su casa en cuanto bajó del carruaje y se lanzó a los brazos de Severus en cuanto estuvieron en la misma habitación y se morreó con él.

-¿Puedo deducir de esa reacción que me has echado de menos?-, se rió Severus cuando por fin salieron a tomar el aire.

-Claro que te he echado de menos-, dijo Harry, con la voz apagada mientras se movía para atacar el cuello de Severus. -Si pudiera, no volvería a salir de estos brazos-.

-Eso podría resultar un poco complicado cuando necesitemos ir al baño-, musitó Severus.

Harry levantó la cabeza y sonrió. -Estoy seguro de que encontraríamos la manera-.

-Preferiría que no-, afirmó Severus, zafándose del abrazo de Harry.

-Es una mierda que sólo tengamos el día de hoy-, hizo Harry un mohín. -Estoy medio inclinado a escabullirme aquí una noche-.

-¡No harás tal cosa!- exclamó Severus. -En primer lugar, no siempre estoy aquí y, en segundo lugar, el director Riddle tendrá tu pellejo si descubre que hiciste eso, lo que significa que no habrá más fines de semana y que posiblemente también te confinen en el colegio por Navidad-.

-Eso si me encuentra. Dumbledore nunca lo hizo-, señaló Harry y Severus frunció el ceño.

-Dumbledore era un tonto que te alentaba activamente a hacer alarde de las reglas, así que puede que se haya perdido tus payasadas o puede que lo haya sabido todo el tiempo y te haya estado empujando a hacerlo desde la barrera-.

-¡Muy bien!- Harry resopló. -Me portaré bien-.

-Mientras estés en el colegio-, añadió Severus. -Aquí es otra historia-.

Eso hizo que Harry se animara. -¿Ah, sí? Tenías algo en mente entonces?-.

-Yo también te he echado de menos mocoso-, sonrió Severus, inclinándose para darle a Harry un beso profundo y prolongado. -Me gustaría aprovechar al máximo nuestro único día juntos-.

-¡Brillante!- Harry sonrió. -¿Significa eso que podemos repetir nuestra noche juntos aquí?-.

-Ya veremos- gruñó Severus de una forma que hizo que un escalofrío de expectación recorriera las entrañas de Harry. -Soy consciente de que te has hecho daño durante un partido de quidditch, así que he creado un aceite de masaje que te ayudará a curar y aliviar los músculos y quería probarlo para asegurarme de que funciona-.

-¿Quieres que sea tu conejillo de indias?-. preguntó Harry.

-Quiero una excusa para darte un masaje de cuerpo entero-, ronroneó Severus.

THE PRICE OF FREEDOMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora