Mi amigo, el mejor (MessiXOchoa Fanfic)

Capítulo 5: Reencuentro

Capítulo 5: Reencuentro

— ¿Vos quién sos?

La voz indiferente del argentino y la confundida expresión con la que lo miraba, hizo sentir al mexicano como un extraño que estaba fuera del lugar, una persona que jamás en su vida había cruzado palabra con él.

— Yo... No... Lo siento. Me confundí, te confundí con otra persona. Lo lamento mucho. Con permiso.

Evitando a toda costa que su mirada volviera a cruzarse con la del más joven, Guillermo dio media vuelta y apresuró el paso para desaparecer de la escena lo antes posible, dirigiéndose de nueva cuenta al piso donde estaba su habitación.

Por su lado, el joven argentino, aún confundido, se limitó a ver cómo aquel muchacho alto desaparecía alejándose de él, prestando especial atención a su cabello al verlo mejor de espaldas.

Casi corriendo, Memo intentó huir de ese incómodo momento, rezando por no encontrarse con sus compañeros de habitación, pues ante la indiferencia del otro, un par de lágrimas brotaron de sus ojos.

— Eres un idiota, Guillermo, no debiste acercárte así... Era obvio que no te recordaría. —se decía el mexicano asimismo deteniéndose un momento en el enorme y lujoso pasillo del hotel, asegurándose que no hubiera nadie cerca.

Y es que estaba seguro que aquel chico que acababa de ver era el mismo con el que alguna vez jugó siendo niños.

"Se olvidó de mí."

Una vez llegó al cuarto, confirmando que sus compañeros estaban ausentes, se tumbó en la cama que le correspondía con ganas de llorar, sintiéndose un idiota y reprochándose asimismo el haberse ilusionado con un recuerdo.

— Maldición... Lo que menos quería era que sucediera esto... Soy un idiota, un idiota. Obviamente no me iba a recordar. Eso fue hace muchos años... Cielos, de seguro me veo cómo un imbécil...

Para su suerte esa noche no había actividades oficiales del evento, por lo que el joven jalisciense no tenía que preocuparse de dar la cara frente a sus compañeros o directores técnicos.

Sin ganas de cenar, Guillermo prefirió rendirse ante el sueño, yéndose a la cama incluso antes de que sus compañeros de cuarto regresaran, ignorando la invitación a salir que le habían hecho por mensaje.

"Será mejor que me olvide de eso... Está en el pasado y ahí debe quedarse".

Pensando aquello y sin dejar al lado la preocupación que cargaba respecto a si le tocaría jugar o no algún partido, Guillermo se dejó llevar por el cansancio, sin poder visualizar imágenes claras en sus sueños aquella noche, sólo fragmentos que le provocaban cierto vacío en sus sentimientos.

8 de junio 2006, Múnich, Alemania, 09:30 am

El despertar fue pesado.

Detestaba sentir que, a pesar de dormir por varias horas, no había descansado lo suficiente, siendo abrumado por una pesadez en todo su cuerpo.

— Por fin despiertas, bella durmiente.

La voz de su compañero y amigo lo tomó por sorpresa, obligándolo a reaccionar casi de inmediato.

— Wey... Casi me pegas un infarto. —reprochó Memo mientras se sentaba en la cama.

— Ja, pues qué estabas soñando para tener la conciencia así. —contestó en broma el también jalisciense Andrés Guardado.

— Nada. Sólo me quedé dormido... ¿Cuánto tiempo dormí? ¿Qué hora es? —cuestionó el de rizos un tanto desubicado buscando un reloj en la habitación.