Un Camino que me Lleve a (Ti) Ellos [BNHA] [A/B/O]

Mi camino hacia ti comenzó a iluminarse

Shouta apenas podía contener la sensación que retorcía su estómago mientras caminaban a la casa. Una sensación de temor combinada con esperanza no le hacían justicia al acontecimiento que estaba sucediendo ese sábado.

Naomasa caminaba al frente, mientras Shouta iba flanqueado por Oboro y Hizashi, el primero estaba retorciendo sus manos ansiosamente, Hizashi por otro lado, no tuvo reparos en morder sus uñas. Y toda esa ansiedad era entendible porque ya estaban aquí, y si el destino no decidía joderlo, pronto conocerían a Hitoshi, y si pueden encontrar a Hitoshi, el universo sabe que no buscará con más fuerza a Izuku.

"Estamos aquí". Naomasa anuncia, sacándolo de sus pensamientos. Shouta observa como el detective los mira por encima del hombro, una comprensión y camadería silenciosas, solo para volverse hacia la puerta y llamar al timbre.

Al pasar los segundos, Shouta toma algunas respiraciones porque sabe que lo necesita para esto.

"¡Estoy en eso!" Grita una voz joven feminina y enérgica, solo para que la puerta sea abierta por una cachorro de piel y cabello rosa. "¡Mami! ¡¿Acaso olvidas—?!" La niña frenó de golpe al ver a Naomasa, inmediatamente frunció el ceño e inclinó la cabeza hacia un lado con confusión. "¡Mamá! ¡No son mami y Hito!" Llama hacia la casa, solo para volver a mirarlos a los cuatro. "¡Oh, eres Loud Cloud! ¡Brócoli es tu mayor fan porque su quirk se parece un poco al tuyo!" Dice la niña con una enorme sonrisa, la confusión abandonada. Ella no se detiene y pronto sus ojos aterrizan en Shouta, solo para quedarse congelada.

"¡Mina! ¿¡Por qué no preguntas primero quien se encuentra en la puerta?!" Cuestiona Ashido Yumiko, llegando de inmediato a la entrada y jalando a la niña (Mina) detrás de ella. La niña no deja de mirar a Shouta y pronto tiene un ceño fruncido cómo si estuviera descifrando algo. "Lo lamento, Mina aún está aprendiendo a ser más amable con las personas". La mujer mira a Naomasa primero. "Oh, ¿Detective Tsukauchi? Su popularidad le precede, y eso me hace preguntar a qué se debe su visita, con acompañantes incluidos por lo que veo". La amabilidad en su tono no se pierde a pesar del comentario, y pronto la mujer alfa los está mirando a ellos, cuando mira a Hizashi frunce el ceño con curiosidad, pero pasa rápidamente de él para mirar a Shouta, y como su hija, la mujer se detiene en él, abriendo los ojos con asombro.

"¡¿Te diste cuenta?!" Susurra la niña detrás de su madre, mirando de Yumiko a Shouta con emoción. "¡Se parece a Hitoshi hasta en la expresión seria, malhumorada y cansada!" Dice Mina con emoción.

Shouta siente el estremecimiento de Hizashi, pero él mismo está ocupado superando su shock y procesando las palabras de la niña.

"¡Mina!" Sisea Yumiko con preocupación, claramente notando la reacción que eso tuvo. La mujer toma una bocanada de aire, solo para mirar directamente a Naomasa. "¿Estás aquí por Hitoshi? ¿Niño de doce años, cabello y ojos púrpuras?"

"Lo hacemos, Ashido-san", responde Naomasa con tranquilidad. Yumiko entonces los mira a ellos unos instantes con expresión seria, solo para volverse hacia su hija.

"Bombón, ve por tu celular y ve a alcanzar a tu mami y a Hitoshi en el mercado, pospongan la llegada a casa media hora más y luego vuelvan, ¿si? Dile a mami que el detective Tsukauchi está en nuestra casa y quería hablar sobre aves moradas". La niña ni siquiera pregunta, solo mira a su mamá con preocupación un segundo, sólo para después correr al interior de la casa. "¿Les parece si entramos a la sala?" Les dice con una pequeña sonrisa, apartándose del camino y permitiéndoles el paso a ingresar. Siguen a Naomasa y cuando están adentro, Yumiko-san los guía. "¡Ten cuidado en la calle!" Grita repentinamente cuando un borrón rosa pasa bajando de las escaleras, solo para escuchar como la puerta es abierta y cerrada de un portazo.