𝘊𝘢𝘱𝘪𝘵𝘶𝘭𝘰 29

2.4K 77 12
                                    


Me levanté con la visita de la médica para cambiarme el suero y buenas noticias, lo más seguro es que por la tarde ya me darán el alta. Esboze una sonrisa.

Saber que ya podria volver a mi casa sana y bien, era lo mejor que me podrían decir.

La chica me dejo también el desayuno y se retiro amablemente.
Al tomar mi celular tenia un mensaje de hace una hora del canario. Era una foto, en la que se lo podía ver entrenando con su rutina para recuperarse del golpe que había tenido en el anterior partido.
Abajo, decía un pequeño texto.

"Recuperándome para poder seguir dedicándote goles y que sigas siendo mía en la cama y fuera de ella"

Una risa por lo bajo salió de mi al leer ese mensaje. Respondí su foto con una mía y de texto uno similar al suyo.

"Recuperándome para poder volver a verte jugar y que vuelvas a ser mio en la cama"

Además le comente la noticia que había resivido hacía unos minutos por parte de la médica.
Deje el celular a un lado de la mesa de luz y empecé a desayunar, que el té se iba a enfriar.

Mi mañana se basó en unas tostadas, una taza de té, y mi programa de chismes de la farándula española de la mañana favorito.

Todas las mañanas tenía como costumbre ver ese programa, me enteraba de todo, engaños, parejas nuevas, separaciones, todo en una hora y media.

Pedri, a la hora de que se terminara mi programa, respondió mis dos mensajes.
Feliz por ambos mensajes, pero más por la noticia. No veía la hora de venir, así pasar la última tarde en el hospital.

No entiendo que le ve de divertido pasar horas acá, pero bueno, cada quien.

Paula llegó luego de que viera el mensaje de Pedri.
También le había dicho que me daban el alta hoy. Un abrazo fuerte y lleno de felicidad vino junto a ella.

- ¡ya te vas de este lugar horroroso! - exclama al separarse de mí -

- bueno bueno, eh, que si no fuese por este lugar horroroso no estaría así, ni aquí, lo más probable. - hablé yo -

- puede ser, pero no le quita lo horroroso, que me da depresión venir, joder.- murmura al final -

- ni me hables, ¿y yo? que tengo que pasar las 24 horas acá encerrada. - respondo frustrada -

- ya, lastima por ti. - dándome pequeños toques en la cabeza -

- ¡paula! sabes que no me gusta que me toquen el pelo. - me quejo quitando su mano-

- que va, desde cuando, si siempre pedis que te hagan masajes ahí. - habla mordiéndose el labio inferior -

- ya, pero hay distintos tipos de roces en la cabeza, que sepas. - digo defendiéndome -

- venga, lo que tu digas. - finaliza levantando los brazos -

Estuvimos hablando y riendo un rato bastante largo hasta que me llegó el almuerzo.
Paula al ver a la enfermera fue hasta el bufet para poder comprarse algo ella y así comer conmigo.
Comimos mientras seguíamos hablando. Nunca nos quedábamos sin tema de conversación. Era genial, porque pasábamos de hablar de política hasta de que color es la cortina de la habitación. Siempre había algo para decir.

Recibí un mensaje de mi novio en el cual decía que ya estaba viniendo. Una sonrisa se dibujo en mi cara.

- ¿a quien viste que le sonreís así al móvil? - pregunta Paula mientras tiraba en el tacho de basura algunas servilletas -

- nada, que Pedri esta en camino para acá. - respondo aún con mi sonrisa-

- como te tiene este chico, joder. - riendo por mi cara embobada -

el mensaje - 𝘗𝘦𝘥𝘳𝘪 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora