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—¡HIJO DE TU SANTA MADRE, VEN ACÁ! —grito con furia, el chico voltea y me mira temeroso—. ¿Qué parte de quiero a Kim Taehyung lejos de mí no entendiste?

—Yoon, yo...

—Ahórrate el balbuceo, eres un traidor. ¿Dónde está tu lealtad? Se supone que somos amigos. ¡¿Por qué le diste mi número?!

—Y-yo me acerqué a hablarle y cuando me di cuenta él ya tenía tu número —musitó temeroso y entrecierro mis ojos.

—Esto no se quedará así Kim Namjon como que me llamo Min Yoongi —exclamo y salgo del salón.

En el camino me encuentro con el idiota de mi hermano -con cariño-, le doy una rápida mirada y me detengo al notar su incomodidad.

—¿Qué pasó contigo?

—¿Eh?

—Sordo. ¿Qué pasó contigo?

—Ah, nada.

—Hyung...

—Nada, Yoon. No me pasó nada.

—No suenas convencido, volveré a preguntar y espero una respuesta coherente —amenazo y observo como palidece—. ¡Ay, no! ¡Seré tío!

—¡No, mierda! ¡No digas eso, no atraigas a la desgracia! —chilla mi hermano horrorizado—. Lo que pasa es que encontré trabajo.

—Aaah. ¡Entonces di eso, idiota! —exclamo y le doy un golpe en el hombro. Él se queja—. ¿Dónde?

—Uhm... no me lo vas a creer.

—¿¡Min Hoseok, encontraste trabajo en un prostíbulo!? —espeto horrorizado y mi hermano me cubre la boca avergonzado.

—¡En Starbucks, pequeño idiota!

Ah. Hoseok se aleja y yo asiento. Mierda, por un momento creí que me haría caso.

—¿Cuál?

—El del centro, el de ricachones —murmura con una sonrisa inocente—. ¡Seremos compañeros de trabajo!

—¡Ay, nooo! ¡La desgracia me persigue! —me quejo y finjo llorar. Mi hermano me abraza.

—¡El puto sueldo es sorprendente!

—¡Lo sé! —chillo—. Pero me alegra que tu sucio trasero tenga trabajo, al menos ahora no pagaré todo solo.

—¡Oye, tú no pagas todo solo!

—Solo bromeaba, me alegra que tengas trabajo Hobi hyung, pero no me molestes.

—¿Cuándo te he molestado?

—Sábado por la noche...  Jungkook hyung sabe moverse, hermanito...

—¡Filtro! Mierda, Yoon. Tus filtros son horribles. Y respecto a ese pequeño inconveniente prometo que no volverá a pasar.

—Eso espero Hobicito o tendré que llamar a mamá para decirle que su hijo mayor corre riesgo de embarazo.

—No es gracioso Yoongicito —gruñe y yo río.

El timbre suena y suelto un suspiro.

—Ve a hacer algo útil por tu vida.

—Lo mismo digo, hermanito. Nos vemos a la salida.

 Nos vemos a la salida

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Yoongi, la soledad y Taehyung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora