Yoongi, la soledad y Taehyung

019

Años después...

—Estoy ansioso y muy emocionado, ya quiero conocerte y admirarte... ahora lamento un poco que sea sorpresa, pero eso no importa porque ya te amo y aun no has nacido... Uy, esa patadita es un ¿yo también te amo papá?

—Si le sigues hablando comenzará a jugar al fútbol con mis órganos internos.

—Bueno, mi hermoso esposo está de mal humor, así que hasta aquí llega nuestra interacción. Tu papi gruñón no nos deja reforzar nuestro vínculo padre e hijo. Cambio y fuera —Kim recibió un manotazo y rio besando el vientre hinchado.

—No me llames gruñón. Respóndeme algo, ¿cuándo fue que procreamos a este bichito? —preguntó Yoongi pensativo, con seis meses de embarazo nunca se lo cuestiono antes.

Tampoco lo pueden culpar, ambos tienen una vida ajetreada. Taehyung y Yoongi son doctores a tiempo completo, y Yoongi por decisión propia decidió seguir trabajando porque se negaba a quedarse en casa sin hacer nada. Años atrás lo hubiera aceptado, pero ahora era responsable y amaba su trabajo, aunque en su época universitaria esta le sacará canas verdes.

—No sé, dímelo tú. Lo hemos hecho en muchas partes.

—Cerdo.

—Escúchalo hijo, me llamó cerdo cuando él no se negó, sino que me pedía más.

—Kim no le digas eso a mi bichito. No lo escuches bebito.

—Min Yoongi ¿no crees que es muy pronto para que me desautorices? Eres una persona cruel.

—Idiota —rio Min dejándose abrazar—. ¿Cómo estuvo tu día, mi amor?

—La señora Lee volvió a ir a la consulta y como siempre olvidó todos los papeles —suspiró Taehyung disfrutando las caricias de su novio—, pero me agrada, es amable. Le mencioné que viniera acompañada, pero ella insiste en que puede sola.

—Independientemente de aquello, ella asiste, Taehyungiee. Eso es lo importante.

—Y eso me agrada mucho. Porque ella no pierde ningún control y está siguiendo el tratamiento al pie de la letra. ¿Y tú qué tal por dermatología?

—Hoy llegó una chica con una piel preciosa insistiendo en que le diera un tratamiento. Fueron los quince minutos más largos de mi vida. Habló sin parar y llegué a la conclusión de que tiene amigas de mierda y un novio imbécil. Le receté espumantes, crema y bloqueador para que dejara de joder.

—Yoongi.

—No dije nada grosero, a pesar de que quería gritarle. Ella es difícil y no soy psicólogo.

—Como psicólogo el mundo ardería. Serías extremadamente franco y letal.

—Jódete. No es mi problema que mis filtros no funcionen.