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Dejo salir un suspiro exagerado.

—Tú otra vez.

—Solo venía a recordarte que mañana es nuestra cita.

Lo único que hace es reír, eso me estresa y quiero golpear su rostro contra el jodido casillero. En eso veo a Namjon hacer una rara seña desde la distancia y aprovechando la ocasión me alejo del idiota acosador.

—¿Sigues en modo agresivo?

—No hables que tu voz me irrita Namjon, eres un traidor. Kim Judas Namjon.

—¡No era mi maldita intención!

—Es que tú nunca tienes una intención Namjon, si tanto te gusta Taehyung podrías... ¡Ay, mierda! ¿¡Cómo no se me ocurrió antes?!

—¿De qué hablas ahora?

—Tú serás mi reemplazo en esa cita obligatoria —sonrío ampliamente y Namjon palidece.

—¿Enloqueciste? ¡Se dará cuenta!

—No te estás negando Judas y está decidido que tú serás mi reemplazo. Sé que lo harás bien. Haremos que él crea que soy yo. A Min Yoongi nadie le dice lo que tiene que hacer.

—Sólo porque somos amigos.

—Claro. Ni mi hyung se cree eso —mascullo y él ríe—. Te tengo aprecio Namu, en serio, pero tienes formas raras de demostrar tu amistad. No hagas que te deseche como esa arpía. Diablos, eso sonó feo. Me disculpo.

—Tienes razón, soy culpable de arruinar tu primer día de universidad después de todo —se encoge de hombros y su mirada declara culpabilidad.

—¿De qué hablas? ¡Fue una entrada épica! —espeto riendo sin gracia, okey, solo intento que él no se sienta culpable—. Mancharon mi atuendo, ¡y era mi chaqueta favorita! ¡Eso fue cruel!

—Puedo comprarte otra —propone.

—Haberlo dicho antes y un helado por los daños causados —mi amigo ríe—. ¡Oye! ¡Tengo sentimientos!

 ¡Oye! ¡Tengo sentimientos!

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Yoongi, la soledad y Taehyung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora