TP | Las personas a veces no son cómo las conocemos, pueden tener adentro emociones retenidas que en cualquier momento explotarán.
El pasado es poderoso, el presente es repentino y el futuro incierto.
Irene Black Díaz regresa a California, el lugar...
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Al día siguiente, Irene fue a patinar temprano intentando que su estado de ánimo subiera, no lo logró, Robby la veía desde lejos, la habitual sonrisa que tenía siempre la chica no estaba y eso a él le extrañó así que se acercó a ella.
— Hace mucho que no venías zanahoria ¿acaso no me extrañaste?
— Hola Robby
— Algo malo te pasó ¿cierto?
— ¿Por qué preguntas? ¿Tanto se me nota?
— La hermosa sonrisa que te caracteriza no la he visto por hoy, pero dime ¿te sientes bien?
— En realidad no — sin que Irene lo evitara empezó a soltar lágrimas — es una larga historia que no me gustaría contar ahora — y sin previo aviso el chico la abrazó
— Se qué no me conoces mucho, pero puedo apoyarte cuando quieras, se lo qué es sentirse de la mierda algunas veces, al menos tienes a tus padres que te pueden escuchar cuando lo necesites — Robby se separó de ella ya que no quería incomodarla
— Si algo así, al menos tengo una madre y mi padre... ni siquiera lo conozco para hablar de él así que...
— Entiendo cómo te sientes, mi padre ha sido un idiota conmigo toda mi vida, pero en fin, ¿qué te parece un día ir a mi casa? podemos ver películas o platicar de nuestras situaciones de mierda, lo que más te guste — Irene sonrió un poco — así me gusta, me siento afortunado de qué esa sonrisa sea para mi
— Me encantaría ir a tu casa Robby, por ahora tengo que ir a la escuela pero podemos ponernos de acuerdo después, nos vemos y gracias por esto
— De nada hermosa Irene, nos vemos luego
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Irene de camino a la escuela recordaba cada parte del día anterior, pero de lo que más se arrepentía era de no haber hecho más por Miguel, recordaba cómo había llegado en la noche a casa y lo único que pudo hacer ella fue desinflamarle las heridas, recordaba cómo Carmen había corrido al sensei y no quería que se acercara más a los chicos.
Aunque odiaba que Miguel le haya contado a su madre todo lo que ocurrió ( el karate, la fiesta, ella, etc.), cada detalle y ahora la veían con lástima (según ella) cosa que no hubiera querido.
Al llegar a la escuela, tomó sus clases como de costumbre, ahora estaba buscando a sus amigos por la biblioteca cuando vió a Sam.
— Irene ¿qué tal? ¿cómo te la pasaste ayer?
— Sam necesitas saber algo
— ¿Qué sucede? ¿Pasa algo malo?
— Tu novio y sus amigos han estado molestando a los míos varias veces, se burlan de ellos, les ponen apodos, incluso ayer golpearon a mi hermano, Miguel — Irene hizo una pausa — cuando quise ir a salvarlo al baño, Kyler y un amigo suyo... quisieron, quisieron abusar de mi, te digo esto Sam porque eres mi amiga y en el poco tiempo que te conozco te he tomado cariño, tú no mereces que te engañen o quieran hacerlo, te lo digo para qué pienses qué clase de novio tienes y tomes una decisión